Archive for February, 2010

Censo 2010, gran oportunidad; publicada en El Sentinel del Sur de Florida 27 de febrero 2010

Censo del 2010, oportunidad única para los hispanos

Hernán Padilla

El Día del Censo Nacional, el 1ro de abril del 2010, marca el inicio oficial del Censo que se lleva a cabo cada diez años.  La importancia del censo para la población hispana en los Estados Unidos debe motivarnos a participar activamente, llenar la planilla que envían por correo comenzando en marzo, darle la bienvenida a los encuestadores que van casa por casa y contestar todas las preguntas del formulario.

El Censo ayudará a definir y enfatizar que los Estados Unidos de América es una Nación multicultural y multiétnica; un pueblo heterogéneo unido por la democracia donde todos somos iguales ante la Ley. La sociedad norteamericana está instalada sobre el principio de la libertad individual y colectiva, una República que se caracteriza por un sistema electoral que garantiza la elección democrática de funcionarios públicos en todos los niveles del gobierno.

La representación política de los legisladores estatales y los Senadores y Representantes al Congreso depende en gran medida de los lindes geográficos de un precinto o un distrito senatorial. El censo es el instrumento que guía la distribución para que cada precinto representativo o distrito senatorial tenga el mismo peso electoral y garantice “un ciudadano un voto”. El resultado garantiza la democracia representativa.

El Censo ofrece los datos fundamentales para que el gobierno central, responsable de manejar un presupuesto nacional y distribuir los fondos que se cobran por concepto de contribuciones federales de una manera equitativa, considere la población y las características regionales, estatales y locales cuando aprueba leyes para asignar fondos para atender las necesidades de los ciudadanos.

Se estima que la distribución de más de $400 billones en ayuda federal depende directamente de los números del Censo para construir carreteras, escuelas, Medicaid, servicios sociales, educación y muchos otros. Es obvio que una comunidad, municipio, ciudad o estado que demuestra mayor población recibirá más recursos que otras que no lo hagan. Un buen censo, que cuente a todos los que residen en Florida, garantiza a nuestro Estado que podemos competir por los fondos que se necesitan para desarrollar la economía, generar empleos, combatir el crimen, promover la educación, y ofrecer servicios de salud.

Para la población latino-americana de raíces hispanas, el censo es nuestra oportunidad para demostrar poder y fuerza política en beneficio de toda la Nación. Los números ms recientes no mienten, los ciudadanos de origen hispano  representamos un gran segmento de la población. Ahora es nuestra oportunidad para comprobar que la democracia representativa que distingue a los Estados Unidos tiene que, por obligación, darle igual representación a una población que es parte integral de la cultura política americana. El Censo nos dará la razón.

Exhorto a todos los residentes, ciudadanos y no ciudadanos, con visa o sin documentos, a decir presente. Negarse a ofrecer la información del Censo del 2010 es negarle a la Nación Americana los datos para que los que tienen la responsabilidad de establecer la política publica tomen en cuenta la aportación positiva que hacemos los hispanos al desarrollo cultural, comercial, educativo y económico. Al final de la jornada, nos beneficiará a todos conocer cuantos somos y de donde venimos. Nuestra presencia y existencia en la sociedad norteamericana fortalece la diversidad que caracteriza a los Estados Unidos. Vamos a demostrarlo con los números del Censo.

Comments off

Dia de la Ciudadania Amricana, publicado en El Nuevo Dia el lunes 22 de febrero

Celebración de la Ciudadanía Americana

Hernán Padilla

El 2 de marzo del 1917, el Presidente Woodrow Wilson firmó el Acta del Congresista William Jones de Virginia otorgando la ciudadanía americana a los puertorriqueños. Puso fin a la humillante ignominiosa condición política de la “ciudadanía en el limbo” de los puertorriqueños, “ciudadanos de Puerto Rico”. Este hecho histórico, poco examinado por los políticos insulares, merece ser celebrado y analizado.

Esta efeméride nacional marca el nacimiento sin precedentes en el caribe español de una nueva personalidad jurídico-política en el marco constitucional norteamericano, una colonia territorial americana, no incorporada, pero cuyos residentes son ciudadanos de los Estados Unidos de América.

En el 1917 se da el primer paso constitucional para que los residentes de Puerto Rico se integren legalmente a la nación a través de una común ciudadanía. El Acta Jones, la Carta Organiza de 1917 de Puerto Rico establece que los derechos, privilegios e inmunidades de los ciudadanos de los Estados Unidos se respetarán en Puerto Rico hasta el mismo grado que si Puerto Rico fuera un estado de la Unión y sujeto a las disposiciones del articulo IV de la Constitución de los Estados Unidos.

El Artículo 5, un acto de naturalización colectiva, define que todos los ciudadanos de Puerto Rico y todos los nativos de Puerto Rico que estaban temporalmente ausentes de la Isla el 11 de abril de 1899, y hayan regresado después y estén residiendo permanentemente en dicha isla, y no sean ciudadanos de ningún país extranjero, se declaran por la presente ciudadanos de los Estados Unidos, y serán considerados y tenidos como tales. Dispone además que todos los ciudadanos de los Estados Unidos que han residido o que en lo sucesivo residieren en la isla por un año sean legalmente ciudadanos de Puerto Rico.

Somos y seremos ciudadanos de los estados Unidos de América. El Acta de Naturalización del 1941 garantiza que todas las personas que nacen en los Estados Unidos, Puerto Rico inclusive, se declaran ciudadanos de los Estados Unidos.

Es necesario señalar que los 900,000 ciudadanos que quedaron bajo la tutela militar colonial en Puerto Rico hasta el 1 de marzo del 1917 eran producto de una sociedad europea española altamente jerarquizada, con diferentes capas sociales claramente definidas, pero no existía igualdad ante la ley.  Era una sociedad de privilegio y privilegiados: realeza, nobleza, clero. Por otro lado estaban los trabajadores, labriegos o vulgo común y los pobres de la paupérrima colonia española de Puerto Rico. Ese es el cuadro sociopolítico histórico de valores morales a que llegan los “invasores Yankees.

En el 1916, el mismo Congresista Jones presentó y el Presidente firmó el Acta Jones otorgándole la independencia a Las Filipinas, que fueron cedidas por España en el Tratado de Paris, junto con Puerto Rico. No le otorgan la independencia a Puerto Rico. El Congreso, conciente y expresamente acordó incorporar a Puerto Rico jurídicamente al seno nacional otorgándole la ciudadanía americana a los puertorriqueños.

El análisis lógico histórico del Acta Jones nos obliga a concluir que la intención del Congreso y el Ejecutivo fue clara: establecer una relación permanente entre Estados Unidos y Puerto Rico. Rechazaron incorporar Las Filipinas y conceden la ciudadanía a los puertorriqueños como primer paso jurídico-constitucional para eventualmente admitirlo como estado federado.

El 2 de marzo nos corresponde peticionar al Congreso que finalice y haga válida aquella gestión histórica que tomó hace 93 años; y que le ponga fin a los 111 años de coloniaje que le ha negado la verdadera igualdad al pueblo puertorriqueño. El auténtico significado del Acta Jones nos da el derecho y la base jurídica, política y moral para peticionar al Congreso que admita a Puerto Rico como el Estado 51 de la gran Nación Americana.

Comments off

Orgullo de ser puertorriqueño. Ayuda al pueblo de Haití. publicado en El Nuevo Dia 02/08/10

Orgullo de ser puertorriqueño

Hernán Padilla

Gracias a la compasión, generosidad y decencia humana, el pueblo de Puerto Rico se volcó en ayuda humanitaria para asistir a los damnificados por el terrible terremoto. Nos llena de orgullo que los puertorriqueños recaudaron más de $4,300,000 y enviaron toneladas de alimentos, leche, agua, medicinas y otros artículos de necesidad. No sentimos lo mismo por los que, en una misión humanitaria, mancharon el buen nombre de Puerto Rico ante la comunidad internacional. Merecen el rechazo y repudio por su torpeza, falta de ética profesional y ausencia de sensibilidad hacia los sufridos.

El interés de Luís Fortuño por ayudar al pueblo haitiano antecede el terremoto. Por encomiendas del gobernador, el Secretario de Estado estableció contacto con el gobierno haitiano en el 2009. Luego de consultas con Bill Clinton, enviado especial de la ONU, en relación a Haití, McClintock se reunió con el Primer Ministro  Bellerive para coordinar la ayuda que Puerto Rico pudiera brindarle a la clase media en el área de educación post secundaria, con miras a expandir la clase profesional en administración publica.

El terremoto cambió la misión y las prioridades.  Nuestro gobierno se  mantiene en comunicación con Hillary Clinton, USAID, y el Departamento de la Defensa para coordinar la ayuda del pueblo puertorriqueño hacia el pueblo de Haití. El Alcalde Jorge Santini ha puesto la Casa Cuna de San Juan a la disposición de los niños huérfanos y la Primera Dama de Puerto Rico ofrece ayuda para los niños que no tienen albergue.

Haití es el país mas pobre del hemisferio americano. Gracias a la ayuda de innumerables organizaciones gubernamentales durante los últimos años, miles de haitianos habían comenzado a levantar cabeza. La realidad es que la destrucción de Puerto Príncipe y los daños a la infraestructura, vivienda, vías de comunicación, sistemas de servicios de salud y la red de apoyo social,  y la desaparición de “facto” del gobierno haitiano fue un rudo golpe contra un pueblo abandonado por  la historia. Ciento cincuenta mil perdieron sus vidas, se estiman en decenas de miles los desaparecidos. Los rostros de mujeres, niños y ancianos hablan de su pesada y esclavizante historia de sufrimiento y miseria endémica  de la antigua colonia francesa.

No siempre fue y no tiene que ser así. La Española, como se designaba a Santo Domingo y a Haití, era una isla rica. La industria azucarera ofrecía trabajo y mejor ambiente para los trabajadores de la caña que en Puerto Rico.  Resulta irónico históricamente que en el 1900 Puerto Rico era conocido por su abyecta pobreza como la “casa pobre del Caribe”, donde existía desempleo masivo, miseria, ausencia total de salud pública y desesperanza. Cuando el gobierno español cede la Isla a los Estados Unidos en el 1898, la nueva colonia era el cadáver de una sociedad explotada y abandonada.

Mucho ha cambiado. Luego de 111 años de colonialismo “benigno, Puerto Rico está preparado y gustoso de convertirse en el eje geopolítico americano del Caribe; en el corredor de ayuda humanitaria a las victimas inocentes que claman por ayuda de los Estados Unidos de América. Somos un faro de luz y esperanza de los que no tienen nada, lo han perdido todo y andan en busca del “sueño americano”. Queremos ser más que un Estado hispano, seremos el hermano mayor que les brinde la mano a pueblos más necesitados que nosotros.

La reconstrucción física y “sicológica” de Haití tomará más de una década y billones de dólares. Puerto Rico y los puertorriqueños podemos jugar un papel importante en este noble y cristiano esfuerzo. Estamos preparados para que nuestra creatividad comercial, profesional, gerencial, educativa y en la industria de la construcción se despliegue en beneficio de Haití, el Caribe y Puerto Rico.

Comments off