Archive for April, 2015

We the “segregated” people; The Hill, 04/27/2015

We the “segregated” people; The Hill,
Hernán Padilla*
While the current government of Puerto Rico tries to resolve the economic crisis with measures that have proven extremely ineffective, Congress must recognize that what lies at the heart of a great many of the Territory’s most serious problems is its inferior political status that denies local citizens, equal rights and privileges that constitutionally belong to all Americans.

In the mid-20th century, Puerto Rico became the first Territory in the Nation’s history which The Congress authorized to enact a local constitution and a federally guaranteed Republican Form of Government. In doing so, Congress and the Executive Branch provided PR with the powers which had historically been bestowed exclusively to Incorporated and/or Organized Territories prior to being admitted as States.

Leaders of the PPD and supporters of the current territorial-colonial status accepted public funds and actively campaigned in a referendum held in 2012, which addressed multiple status options, including remaining as a colony. However, the voters revoked the consent of the governed for the current territorial status, and an ample margin of 61% voted in favor of statehood.

Correctly so, the Statehood movement, in general, continues to voice their frustration over the perpetuation of the current status because, despite the significant democratic mandate for statehood, Congress has not adopted the necessary measures to respect “the will of The People”. Congress must act to terminate the centennial colonial status; especially since the architects of the “Great American Constitutional Experiment” categorically refused the concept of maintaining territories as permanent colonial possessions.

Congressional leaders cannot ignore that since the US Constitution was adopted and ratified (1787-1789), the struggles for equality that have taken place in America have successfully made extensive the constitutional concept of popular government encapsulated in “We the people” to include the true sovereign of the Republic: The People.

I concur with Alfredo Castellanos Esq., a Constitutional scholar on the matter: that Congress should not ignore the evolution of our “constitutional experiment” that requires the Federal Government to guarantee the protection of our Fundamental Rights to all American citizens. I also concur with Mr. Castellanos that the Fourteenth Amendment defined and created a primary National Citizenship, intended to ensure that all Americans would be fully integrated partners of our Constitutional Republic.

The Bill of Rights and Amendments 13th (abolition of slavery) , 15th (universal suffrage) , 19th (women right to vote) and 26th (right to vote at age 18) clearly establish that “The People’ are the sovereign and that all the powers delegated to Congress, the Executive and the Judiciary emanate from “The People”.

Despite that nine heroic recipients of the Medal of Honor and countless thousands of other patriotic military sacrificed their life and limbs in every war since World War I, the Equal Protection Clause guaranteed to all Americans through the V and XIV Amendments and other fundamental Constitutional and Civil Rights have never been fully extended to Puerto Rico.

Our Nation has to awaken to the fact that both the existing laws and US Supreme Court incorrect interpretations and rulings have intentionally discriminated against the 3.5 million US Citizens that call Puerto Rico home, excluding them in the process from truly being an integral part of “We the People”.

It is unacceptable that any US Citizen of Puerto Rico be denied many fundamental Constitutional and Civil Rights”. Our fight for equal rights, justice, opportunities, progress, respect and responsibilities as Americans is a moral and constitutional plight, so that every citizen in Puerto Rico should be able to employ the full powers and measure of equality that are inherent in our National Citizenship.

The current colonial-territorial status, incorrectly named “ELA-Free Associated State” is for all practical and constitutional purposes an equivalent of an “American Apartheid State” where The People’s fundamental constitutional rights have been denied for the sole reason that those individuals reside where they do.

Our Nation must understand that the US Constitution provides the path for a resolution of this abominable injustice, which shamefully represents one of the last vestiges of American colonialism.
The fifty states of our Union are now home to no fewer than five million persons of Puerto Rican descent who equally share all the rights and obligations inherent to our citizenship. However, for our fellow citizens who remain in PR to become fully integrated on equal footing like citizens in the rest of the Nation, Congress has to accept its legal and moral obligation of resolving this unacceptable condition.

I earnestly entreat the U.S. House and Senate to empower the people of Puerto Rico with an opportunity to choose the future and status that we deserve: Statehood and Equality for the US Citizens of Puerto Rico.
*Hernan Padilla,is a former Mayor of San Juan, PR, former President of U.S. Conference of Mayors, and current President of Founders’ Council of “Igualdad”.

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ELA, el apartheid Americano; miercoles 29 de abril, 2015

ELA, el apartheid Americano; miercoes 29 de abril, 2015
Hernán Padilla
Ante la crisis que atraviesa Puerto Rico luego de más de seis décadas bajo un estatus político-económico fracasado y mientras el Pueblo anhela la resolución del estatus hacia igualdad, resulta imperativo examinar nuestra Ciudadanía y Constitución americanas.

Puerto Rico es el primer territorio al que el Congreso concedió tener su propia Constitución y sistema de “Gobierno Republicano”. El Congreso y el Ejecutivo autorizaron parcialmente a PR poderes que corresponden exclusivamente a territorios encaminados a la admisión como Estados de la Unión.

No es hasta el 2012 que el Pueblo se expresó mayoritariamente en favor de la estadidad en un referéndum, no empece a que los líderes coloniales del PPD aún promulgan efectivamente una interpretación falsa, errónea, partidista y acomodaticia a sus resultados y deliberadamente evaden el reconocimiento de que la Estadidad representa os la culminación del “Gran Experimento Americano” y la igualdad ciudadana.

El movimiento estadista, correctamente, continúa denunciando a nivel local y nacional el que no se ha resuelto el estatus tras ese mandato, mientras otros atribuyen responsabilidad al Congreso por no haber encaminado la admisión, especialmente, cuando los arquitectos del experimento americano rechazaron contundentemente la posibilidad de mantener “territorios coloniales permanentes”.

Como Ciudadanos Americanos, es fundamental comprender la Constitución de EEUU y que ha evolucionado, ampliando la definición de “We the people” para incluir al Pueblo como los verdaderos soberanos de la República y que los poderes del Ejecutivo y del Congreso emanan del Pueblo.

No obstante, siendo PR un territorio no incorporado (incorporado de facto), la Igualdad que garantiza la Constitución Americana en su quinta y decimocuarta enmiendas no se ha hecho completamente extensiva a los Ciudadanos Americanos residentes en la Isla, quienes permanecen excluidos del pleno disfrute de muchos derechos fundamentales.

Mientras, no tengamos el derecho al voto Presidencial, a elegir una representación proporcional y a participar en igualdad en el gobierno federal, y no disfrutemos de todos los derechos, privilegios y responsabilidades, la Nación tiene que reconocer que el estatus actual, las leyes existentes e interpretaciones del Tribunal Supremo de EEUU excluyen injustamente a sus conciudadanos en PR de ser parte integral de “We the People”.

Es sencillamente inaceptable que los conciudadanos de PR vivan bajo un déficit democrático, sin los derechos civiles y constitucionalmente fundamentales que nos corresponderían como Estado.

El Congreso no puede ignorar la evolución constitucional de nuestra Nación, que demanda que el gobierno federal garantice iguales derechos a todos sus Ciudadanos. Insisto que la Enmienda XIV creó una Ciudadanía Nacional y nos convirtió en una Nación de Ciudadanos, que exceptúa a PR, cuyos constituyentes carecen de los mismos derechos por no haber viabilizado la soluciona del estatus y ser admitidos como Estado.

El actual territorio colonial, erróneamente llamado ELA, equivalente a un “apartheid americano”. La Constitución establece el proceso para resolver esta injusticia, representativa de los últimos vestigios del colonialismo. La lucha por la igualdad de derechos, oportunidades, progreso y respeto como Ciudadanos Americanos es una lucha MORAL y constitucional para ser admitidos como Estado y disfrutar del poder natural y político que confiere la plena Ciudadanía Americana.

Cinco millones de puertorriqueños residentes en los 50 Estados ya disfrutan de todos los derechos constitucionales y se han convertido en “We the people”. Para que los ciudadanos americanos en PR logremos lo mismo, el Congreso tiene la obligación de viabilizar la verdadera solución democrática que nosotros nos merecemos: la Estadidad.

Ante la renuencia contumaz del la administración colonial de someter la definición de estatus requerida para un referéndum avalado por el Congreso, procede que tanto el Congreso como el Ejecutivo apoyen el referéndum “Estadidad Si o NO”.

Ya basta de retorica. Exijamos el final de esta imposición política humillante vergonzosa que mancha la gran Nación Americana y les niega la igualdad a los ciudadanos americanos en PR.

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La nueva frontera económica de EEUU, Lunes 13 de abril, 2015

La nueva frontera económica de EEUU

Hernán Padilla
El Gobierno de Puerto Rico está al borde de la insolvencia fiscal, que puede desembocar en un cierre y/o impago de sus deudas. Nuestro sistema económico está a la deriva, al margen de la creatividad y flexibilidad características de la economía globalizada.

Complica más el cuadro que la actividad económica se contrajo por 2.5% y 1.6% en enero y febrero respectivamente, que el BLS Federal certificó 17,333 empleos menos que lo informado, y proyecta otra caída del Producto Neto Bruto.

Esta crisis tiene su raíz en el agotamiento del sistema político-económico imperante, el gigantismo gubernamental, gastos públicos desmedidos, y el endeudamiento, que la actual administración intenta mitigar con más impuestos y préstamos, no empece a que las ayudas federales representan el 40% del ingreso por persona.

El tamaño del gobierno es desproporcional versus un ínfimo sector privado. Balancear el presupuesto será imposible sin ajustes considerables y sostenidos. El ciclo vicioso de una economía en contracción agravada por una incremental carga impositiva deprime aún más la economía. Tener el mayor tributo al consumo de toda la Nación, combinado con el menor ingreso per cápita, es la mayor evidencia de la insostenibilidad económica y política del sistema colonial.

La Isla ha perdido su atractivo a la inversión por la sucesión de desacertadas políticas que han paralizado y retrocedido su crecimiento económico. El Grupo de Trabajo de Casa Blanca reconoció la perenne desconfianza/incertidumbre que ha caracterizado el estatus colonial, y que lo frena económicamente.

Para comenzar a superar esta crisis, urge lograr un crecimiento económico rápido y sostenido que únicamente la Estadidad puede viabilizar, al brindar certeza y seguridad a la inversión vía nuestra plena integración a la economía nacional. La Estadidad garantizará la igualdad a los puertorriqueños, finalizará un estatus inferior y discriminatorio, y nos dará derecho a representación congresional proporcional, ofreciendo confianza a los inversionistas que su capital estará protegido por la Constitución americana.

No podemos ignorar que la economía puertorriqueña está integrada a la economía nacional y es por tanto, incompatible con la de una nación independiente. PR se rige por la Constitución americana y la Clausula de Comercio Interestatal. No puede emitir deuda “soberana” por ser una colonia bajo los poderes del Congreso y el Ejecutivo.

Aunque históricamente se ha tratado a PR como un “Territorio incorporado”, es una jurisdicción vulnerable a cambios unilaterales del Congreso. La falta del poder político, de paridad en programas federales, y la percepción equivocada ante el mundo de que no somos parte de EEUU genera incertidumbre y menoscaba el atractivo a la inversión.
Un atributo primario de Puerto Rico para atraer inversión es ser parte de Estados Unidos. Una vez encaminada la transición a la Estadidad, la Isla será percibida como “la nueva frontera económica de EEUU” lo que atraerá considerable capital local, nacional e internacional.

Con la Estadidad se establecerán nuevas agencias y empleos federales, y un ambiente de seguridad que atraerá nuevas oportunidades. Puerto Rico experimentará un auge de desarrollo económico similar al que disfrutaron los 37 territorios que ingresaron a la Unión.

Es preciso, a la vez, transformar el gobierno local, incluyendo agencias y dependencias, en agentes que asistan y faciliten la inversión privada como la fuente primordial en la creación de empleos, eliminando la competencia gubernamental y privatizando los bienes del gobierno que no cumplan un fin público esencial.

Aspiramos a la Estadidad, no para que la administración local obtenga más fondos federales para gastar, sino como ancla para estimular el crecimiento de una actividad económica no gubernamental que redunde en más empleos, mejores salarios y menos dependencia del estado.

El cambio de estatus político-económico nos permitirá desarrollar y ampliar el modelo de una economía abierta, con un clima empresarial atrayente, y en un ambiente político internacionalmente reconocido, respetable y estable.

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Cuba y PR, 01/05/15 reproduccion

Cuba y Puerto Rico 01/05/15
Hernán Padilla

El Presidente Obama anunció el restablecimiento de relaciones diplomáticas entre Cuba y EEUU indicando que iniciarían conversaciones para establecer algunos acuerdos mutuos. Esas discusiones no pueden ignorar el reclamo que Cuba sea un país democrático libre de la dictadura que le niega a sus ciudadanos los más fundamentales derechos civiles y humanos.

La Sociedad Interamericana de Prensa reclamó que los “derechos humanos, libertades de expresión y prensa, la liberación de periodistas encarcelados y toda persona presa por su forma de pensar; las garantías “de libertades individuales y sociales, el respeto por la labor del periodista y el derecho del público a la información” deben ser la base para cualquier acuerdo.

Es imprescindible considerar la política pública de Estados Unidos y la Ley de Democracia Cubana de 1992 (Ley Torricelli), que establece “que EEUU buscará una transición pacífica a la democracia en Cuba mediante la aplicación de sanciones al gobierno cubano”.

Como condiciones para que el Congreso considere enmendar las leyes vigentes, el gobierno cubano debe celebrar elecciones libres e imparciales, darle tiempo a la oposición a organizarse, respetar las libertades civiles y los derechos humanos y establecer un sistema económico de libre comercio.

En Puerto Rico el Senado de PR rindió un informe durante 1994 sobre el impacto al turismo cuando ocurriera la apertura de Cuba y en el 2007 Orlando Parga legisló para crear el Instituto Puertorriqueño para la Asistencia Mutua con Cuba Democrática.

Durante a años, el analista Arturo Guzmán le ha advertido al gobierno y los sectores que impulsan la economía puertorriqueña que se prepararan para cuando Cuba se reintegrara como un competidor en el comercio y turismo Caribeño.

La década de mayor crecimiento en la historia económica de PR fue la de 1960-1970 y la razón fundamental fue el retiro de Cuba como factor competitivo regional según explica Arturo Guzmán. Proyectó además, que una vez Cuba se reintegre como competencia regional, si no ha ocurrido un cambio del estatus político-económico de Puerto Rico, la Isla sufrirá un impacto devastador a la maltrecha economía debido al fracaso del ELA.

Guzmán sostiene que aseverar que el ELA-colonial pudiera beneficiarse de la “reapertura” de Cuba es completamente errado. Puerto Rico no es único en el ofrecimiento de productos y servicios a una Cuba post-embargo. Los que creen que PR tendrá ventaja ignoran la competencia de estados de la unión, que tienen el poder político, mejores recursos y costos más bajos; y que hemos perdido la exclusividad de acceso al mercado estadounidense por los tratados de libre comercio con Canadá, Méjico, Panamá y muchos otros.

“Antes del 1959, Cuba era el primer destino turístico del Caribe. El 70% de los visitantes procedía de EEUU, así que la reapertura de Cuba constituirá una irresistible atracción y recuperarían los mercados perdidos, incluyendo los barcos cruceros que añadirían a Cuba en sus itinerarios a expensas de Puerto Rico.

En cualquier reunión, nuestra delegación de EEUU también tiene la obligación de representar a sus Ciudadanos en Puerto Rico. No puede ignorar que los Castro no han escatimado esfuerzos para subvertir nuestro derecho constitucional a convertir a Puerto Rico en estado.

En 1982, cuando fui Representante Alterno de los EEUU, me dirigí a la Asamblea General de la ONU para recordarle a Cuba y sus cómplices que “la relación política entre Puerto Rico y los Estados Unidos es un asunto que, como ciudadanos americanos, solo le compete a Puerto Rico y los Estados Unidos.

Le recuerdo al Presidente Obama, que hablando a nombre de los Estados Unidos, expresé que “la intervención internacional afecta ese derecho e introduce un factor foráneo al proceso histórico que transcurre en Puerto Rico. Siempre he sostenido “que somos nosotros los puertorriqueños los que tenemos el derecho y la responsabilidad histórica de decidir nuestro destino político”.

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