Archive for February, 2012

Razón de ser estadista, lunes 20 de febrero, 2012, ENDI

Razón de ser estadista

Cuando analizamos la “razón de ser” del sentimiento estadista del puertorriqueño que prefiere que Puerto Rico se convierta en un Estado de Estados Unidos, se descubre que cada ciudadano tiene múltiples razones para preferir el “ideal de la unión permanente con Estados Unidos”.

Resaltan la aspiración por la plena igualdad ciudadana y política; por los derechos y oportunidades que tienen los otros ciudadanos americanos y el convencimiento de que la estadidad es la única que garantiza constitucionalmente la ciudadanía americana; la participación democrática y plena en las tres ramas del gobierno federal; los derechos civiles de todos los ciudadanos en condición de igualdad; la estabilidad política y económica; el progreso y desarrollo socio-económico y la igualdad de beneficios y derechos como el resto de nuestra nación.

Predomina nuestra convicción por mantener la ciudadanía americana y llevarla a su grado de absoluta igualdad sobre cualquier otra razón, porque sentimos que somos parte de la nación de mayor libertad y progreso en el mundo. No nos conformamos simplemente con una ciudadanía americana  de segunda clase, aspiramos a un futuro mejor para Puerto Rico y exigimos lo mejor para nuestros hijos y las generaciones futuras.

La estadidad representa las aspiraciones de la mayoría del pueblo puertorriqueño que no quiere perder o poner en riesgo su ciudadanía americana. Los estadistas aspiramos a salir de la actual indefinición e incertidumbre política, acabar con cinco siglos de coloniaje y ponerle fin al coloniaje moderno del mal llamado Estado Libre Asociado.

La estadidad es la única herramienta para lograr la igualdad de todos los ciudadanos que residen en Puerto Rico con el resto de la nación. Dentro de la estadidad se aplican y se defienden todos los derechos de la Constitución de Estados Unidos, se logra la aplicación uniforme de todas las leyes aprobadas por el Congreso, se elimina la desigualdad política y constitucional entre los ciudadanos de los 50 estados y los ciudadanos residentes de Puerto Rico y se garantizan los mismos derechos y oportunidades. La estadidad nos garantiza que Puerto Rico nunca se convertirá en otra república.

Consideramos que Puerto Rico podría convertirse en uno de los estados con mayor influencia en la nación. Tendremos el derecho a votar por el Presidente de Estados Unidos y elegir a dos Senadores y cinco Congresista a la Cámara de Representantes. Como estado con lenguaje y cultura hispana, Puerto Rico podría servir como puente e interlocutor entre America Latina, el Caribe y los Estados Unidos.

Sin lugar a dudas, la economía de Puerto Rico está estrechamente ligada y depende de la economía de Estados Unidos. Debido a las condiciones existentes en la economía global, una isla pequeña, sobre poblada, con limitados recursos naturales y económicos como la nuestra necesita formar parte integral de Estados Unidos para poder competir, progresar y asegurar las mejores condiciones para nuestro pueblo.

La estabilidad política que representa la estadidad permitirá realizar gestiones para solucionar los graves problemas que confronta Puerto Rico. Tendremos más oportunidades de inversión y garantías económicas que fomenten nuevos negocios, industrias, comercio, turismo y actividad socio-económica que a su vez generará más y mejores empleos, mayores beneficios sociales y una mejor calidad de vida.

Como consecuencia del crecimiento y desarrollo de la economía, se  generarán más recursos para invertir en la educación, seguridad pública, protección ambiental, conservación de los recursos naturales, recreación pasiva y activa y servicios de bienestar y salud pública.

Estamos convencidos que la igualdad política nos brindaría la oportunidad de hacer alianzas con otros grupos hispanos para promover asuntos de interés común, como educación, salud y desarrollo de la infraestructura.

Merecemos ser parte integral y esencial de la nación mundialmente líder en la defensa de los valores democráticos y la libertad.

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Plebiscito y la igualdad ciudadana, lunes 6 de febrero, ENDI

Plebiscito y la igualdad ciudadana

Resulta moralmente ofensivo a la sensibilidad de todos los puertorriqueños que el Congreso incumpla su responsabilidad y que continúe posponiendo o evitando que los puertorriqueños finalmente escojan un status digno y permanente. El Congreso tiene la obligación inexorable y única de viabilizar un plebiscito final entre las dos alternativas soberanas y permanentes: la estadidad o la independencia (con o sin “libre asociación”).

La nación americana y el electorado de Puerto Rico no pueden ignorar que las únicas alternativas de soberanía reconocidas por las Naciones Unidas y la comunidad internacional para que un territorio alcance la plenitud del gobierno propio son: (1) cuando pasa a ser una Nación Independiente y soberana (independencia); (2) cuando como nación independiente y soberana establece una libre asociación con otra nación independiente y soberana (independencia con libre asociación); (3) o cuando se integra en igualdad plena a otra nación independiente y soberana (estadidad).

El día de las elecciones generales, el pueblo tendrá la oportunidad de expresar si respalda o rechaza la condición territorial (colonial) para luego escoger una de las alternativas reconocidas internacionalmente: (1) Estadidad, (2) Independencia y (3) el Estado Libre Asociado Soberano fuera de la cláusula territorial (otra forma de independencia con libre asociación).

La estadidad es el único status que nos preserva y garantiza la Ciudadanía de los Estados Unidos. La ciudadanía establece que somos nacionales  americanos. Nuestra Nación jurídica, política y sentimental es Estados Unidos de América.

Un suceso extraordinario que cambió nuestro rumbo político e ideológico fue el Acta Jones del 1917, cuando se concede la ciudadanía americana a los puertorriqueños. Con la misma fuerza histórica, el Acta de Naturalización del 1941 garantiza que todas las personas que nacen en los Estados Unidos, incluyendo a Puerto Rico, se declaran ciudadanos de los Estados Unidos.

En el 1947, con la Ley Publica 362, conocida como la Ley del Gobernador Ejecutivo, se extiende la Constitución de los Estados Unidos a los puertorriqueños y se establece que los derechos, privilegios e inmunidades de los estados Unidos se respetarán en Puerto Rico hasta el mismo grado que si fuera Puerto Rico un estado de la Unión y sujeto a las disposiciones del Articulo IV de la Constitución de los estados Unidos.

La Ciudadanía concedida mediante Ley a los puertorriqueños es parcial e incompleta ya que es de carácter estatutario y toda ley puede ser enmendada o derogada unilateralmente por el Congreso. En cambio, la ciudadanía adquirida por virtud de nacer en un Estado de la Unión es permanente e inalterable, ya que es de carácter constitucional.

Los ciudadanos de un territorio no tienen derecho a considerarse iguales en su condición o derecho a los mismos beneficios bajo las leyes federales, como por ejemplo: votar en las elecciones federales/nacionales y tener su ciudadanía americana garantizada para futuras generaciones nacidas en el territorio, o preservarla si el territorio asume una soberanía separada.

Somos ciudadanos de segunda categoría de un territorio colonial jurídica y constitucionalmente imperfecto y limitado en autoridad. Como consecuencia de esa condición política, no tenemos el derecho a votar por el presidente, no podemos elegir dos Senadores y cinco Representantes al Congreso que nos correspondería si fuéramos Estado y carecemos de paridad en la asignación de los fondos federales.

Queremos y aspiramos a una ciudadanía con todos los derechos y responsabilidades de los demás ciudadanos de la Nación, por lo que en el plebiscito rechazaremos que pongan en riesgo la ciudadanía americana y la unión permanente con los Estados Unidos. Solo la estadidad nos garantiza la igualdad ciudadana.

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