Violencia domestica azota a Florida, publicada en El Sentinel del Sur de Florida, sábado 17 de julio
Violencia domestica azota a Florida
Hernán Padilla, MD
La violencia es conducta aprendida y genera violencia. La violencia dentro de la institución de la familia y del hogar siembra la semilla para que las nuevas generaciones rechacen los valores de civismo, honestidad y respeto a los que aspira el pueblo puertorriqueño. Estudios demuestran que los hijos de hogares donde predomina la violencia doméstica son 15 veces más susceptibles a la misma conducta cuando llegan a ser adultos.
Aunque es común entre las celebridades y los atletas que se creen que están por encima de la ley, debe preocuparnos que se cometan más de 116,000 casos de Violencia Domestica en Florida. En Miami-Dade y Broward se realizaran 8,416 arrestos por ese delito durante el 2009. Especialistas en la materia señalan que dada la perversidad de este delito y la cultura “machista” existente, por cada caso reportado existen cuatro casos ocultos en el silencio de la intimidad, del miedo y terror de las víctimas a denunciar a los novios, amantes, cónyuges y excónyuges que las agreden cotidianamente. Esta es la epidemia de “violencia domestica”, un delito público de acometimiento y agresión grave.
La violencia domestica es un mal social detestable. Los que abusan de sus víctimas cometen actos violentos, principalmente hombres que quieren dominar a una mujer con aires de superioridad. La intolerancia, palabras hirientes, humillaciones, insultos, desprecios, amenazas y maltrato dan paso a las agresiones físicas, psicológicas y sexuales. Muy pocas victimas comentan o informan su sufrimiento a otra persona, amiga, pariente, vecino o la policía. Las víctimas sufren calladamente.
Si usted sufre en silencio por que su pareja le pega, la acusa injustamente de ser infiel, se opone a sus relaciones con familiares y amistades, le prohíbe a asistir a la escuela, asistir a reuniones sociales o trabajar fuera de la casa, le critica por pequeñeces, se torna iracundo luego de tomar licor y/o consumir drogas, ejerce control de todas sus finanzas, la humilla constantemente frente a otras personas, la menaza con cuchillos o armas de fuego, la amenaza a usted o los niños o la obliga a sostener relaciones sexuales en contra de su voluntad, es hora de pedir ayuda inmediatamente. Su cónyuge puede ser un delincuente peligroso. Usted y sus hijos corren peligro inminente. Cuando presente una denuncia, no la retire.
En la mayoría de los casos, los médicos somos el primer contacto de una persona que sufre de abuso en el hogar. Tenemos la responsabilidad de identificar los factores de riesgo, las señales, los síntomas y cualquier evidencia física de abuso físico, sexual o psicológico y tomar acción para educar a los pacientes sobre la condición y los recursos existentes para ayudarlos.
Ante el desplome del tejido social y de los valores de la sociedad, reclamo a los líderes políticos, cívicos, religiosos, sindicales y educativos que promuevan los valores de respeto, tolerancia e igualdad y los derechos de todo ciudadano a vivir en paz en una sociedad abierta que defiende las víctimas y rechaza la violencia contra la mujer. La seguridad, paz, tranquilidad y armonía social en el hogar deben ser nuestro derrotero. Proteger a la mujer, los niños y los envejecientes indefensos es una obligación de toda la sociedad.