Electores revocan el mandato a Obama; El Sentinel, sabado 6 de noviembre
Electores revocan el mandato a Obama
Hernán Padilla
Las elecciones del 2 de noviembre fueron un referéndum nacional sobre la gestión de gobierno y la política publica del Presidente Obama. El propio Obama dijo que aunque su nombre no estaba en las papeletas de votación, el pueblo americano tenía que considerar su política publica cuando emitiera un voto a favor de los candidatos al Congreso y al Senado de los Estados Unidos.
Los electores eligieron una mayoría Republicana en el Congreso, desbancando a Nancy Pelosi de la Presidencia de la Cámara de Representantes. Pelosi era la principal exponente de la política de cambio del Presidente Obama y se convirtió en el blanco perfecto de la ira de millones de ciudadanos a quienes les disgustaba un gobierno dedicado a traer cambios radicales. En el Senado, la derrota de Harry Reid, el líder de la mayoría demócrata estremeció los fundamentos de la filosofía política de Obama de obligar al pueblo a aceptar sus “cambios a la mala”.
El electorado americano revocó el mandato que le dio a Obama en el 2008. Los demócratas impulsaban el gigantismo gubernamental, mas poderes para el gobierno central, aumentar la deuda publica, restringir la empresa privada, limitar la iniciativa individual, y a la larga aumentar las contribuciones para pagar los gastos sin controles del gobierno federal.
Los Conservadores, Republicanos y el Movimiento del “Tea Party” defendieron los derechos individuales y la responsabilidad del individuo frente al “estado”, un gobierno reducido, controlar la deuda publica, limitar los gastos del gobierno federal, incentivar la empresa privada para generar empleos y reducir las contribuciones.
Ese fue el cuadro que se presentó ante el electorado. Era obvio que un gran sector del Partido demócrata no estaba de acuerdo con el resultado del cambio por el cual votaron en el 2008.
Los mismos candidatos demócratas rechazaran públicamente los proyectos de ley de la reforma de salud, la política ambiental, y los gastos exorbitantes de la administración Obama. La campaña para el Senado del Gobernador Manchin de West Virginia, fue simbólica. Para ganar tuvo que atacar las políticas públicas de Obama y prometer que de ser electo votaría en contra de las medidas que aumentaban el déficit, el puntal de la política económica de los demócratas.
La mayoría de los electores independientes abandonaron al “Mesías que propuso el cambio”. Obama se dedicó a hacer campaña, y levantar fondos para movilizar la base de los demócratas. En un mensaje a los hispanos los exhorto a “a castigar a los enemigos”, como si los latinos fuéramos seres dominados por las emociones y no por un análisis lógico y objetivo. Fué un insulto gratuito contra la capacidad política de los hispanos
Atrás quedo el claro compromiso político con los hispanos para aprobar una reforma migratoria en el primer año de su gobierno. En respuesta, los hispanos no salieron a votar por Obama y los demócratas como en el 2008.
Nos corresponde obligar al nuevo Congreso a cumplir con las promesas, sin olvidar que también queremos una Reforma Migratoria que proteja las fronteras, abra las puertas a mas trabajadores legales, cumpla con las necesidades de la economía americana y le brinde a los inmigrantes los mecanismos legales para disfrutar del “sueño americano”.