Energia renovable, publicada en ENDI, 17 de octubre del 2011.

Energía Renovable

Celebro la iniciativa de la Autoridad de Acueductos y Alcantarillados  (AAA) para instalar doce turbinas de viento para generar energía en ocho plantas de alcantarillado; comprar energía solar para suplir energía a dos plantas de tratamiento y para una estación de bombeo en Vieques y Culebra; operar las plantas hidroeléctricas que opera la Autoridad de Energía Eléctrica y los planes para una planta para convertir desperdicios sólidos (cieno) de alcantarillado en energía eléctrica.

No solamente es un buen negocio para la AAA y el pueblo de Puerto Rico, estas obras son un paso fundamental para independizarnos del petróleo mediante el uso de energía renovable. Debe convertirse en política pública para todas las agencias del gobierno con alto consumo de energía.

Me uno al reclamo que se produzca energía eléctrica limpia y renovable sin producir daño al ambiente y a la economía. No podemos continuar dependiendo del petróleo y el carbón para generar energía en la isla.

El Gobernador Fortuño anunció la construcción de la primera planta de generación de energía solar a gran escala en Puerto Rico. AES Ilumina comenzó la construcción de la planta con paneles fotovoltaicos de 20 mega watts en Guayama. Resulta ser el proyecto fotovoltaico más grande del Caribe y el primero en beneficiarse de la Ley de Incentivos de Energía Renovable de Puerto Rico del 2010.

Aunque creo que para lograr un sistema eléctrico sostenible se requiere tener 30% de energía renovable, la política pública estatal establece que para el 2035 solo un 20% de la energía que se genera en Puerto Rico debe ser energía renovable.  La Administración de Asuntos Energéticos informó una serie de proyectos que están bajo consideración para generar energía renovable. El nuevo Director Ejecutivo de la AEE debe acelerar los proyectos de energía renovable que podrían generar más de 700 MW.

Se destacan proyectos de tecnología solar fotovoltaica en Aguadilla (50MW), Guayama (15 MW), Salinas (57 MW y 10 MW), Loíza (20 MW), y Yabucoa (30MW).  Un proyecto de gran importancia, que aún no ha salido a la luz pública, es el de un Consorcio Francés que propone un parque fotovoltaico de hasta 100 MW con potencial futuro de 500 MW y quienes han mostrado interés en producir los paneles solares en Puerto Rico.

También están las fincas de molinos de viento para generar energía eólica en Guayanilla (40 MW), Punta Lima de Naguabo (26MW), Santa Isabel (75MW), Arecibo (50MW), Naguabo (20 MW) y en Vieques (20 MW). La misma prioridad merecen los proyectos para generar energía de desperdicios sólidos en Arecibo, Manatí, Barceloneta, Caguas y Yauco y los de gases de los vertederos de Moca y Canóvanas.

Advierto, sin embargo,  que esta avalancha de proyectos de energía renovable puede ocasionar choques con diversos grupos debido a situaciones sociales o ambientales. Otra situación compleja para la AEE es que los ingresos y el presupuesto de la AEE dependen de la venta de energía. A mayor consumo, más ingresos. A menor consumo, menos ingresos. A medida que las industrias y las agencias de gobierno instalan sus propios sistemas de energía renovable (solar, eólica,), en esa misma medida se reducen los ingresos de la AEE, y aumenta su déficit operacional.

Definitivamente, es importante distribuir justa y equitativamente los costos y los beneficios. Conociendo el historial de ineficiencia de la AEE, no se debe permitir que aumenten la tarifa a los demás usuarios para compensar por una menor producción o venta de energía. Tampoco pueden darle la espalda a nuevos proyectos de energía renovable porque compiten con su propia generación de energía. El proceso tiene que ser transparente. Puerto Rico requiere nuevos modelos corporativos para generar, comprar, transportar y vender energía. La AEE requiere una reforma amplia y sistemática.

 

 

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