¿Quo Vadis, PPD?, lunes 23 de julio, ENDI
¿Quo Vadis, PPD?
Para entender cómo piensan, cuales son sus compromisos ideológicos y hacia dónde nos quieren llevar los soberanistas, es conveniente examinar algunas de las expresiones de los líderes y figuras prominentes del PPD.
Es conocido que el status de Puerto Rico de un territorio no incorporado y sin representación Congresional sitúa a los puertorriqueños en una gran desventaja en comparación con los 50 estados de la unión. No solamente no tenemos la representación congresional que nos corresponde como Estado, tampoco tenemos derecho a votar por el Presidente de los Estados Unidos.
Precisamente, es en la Casa Blanca donde se fija la política pública que rige a los estados y los territorios incluyendo la defensa nacional. Los ciudadanos americanos en Puerto Rico respaldan la igualdad de todos los derechos políticos con los otros ciudadanos americanos de la nación, incluyendo el voto presidencial. El 86% de los puertorriqueños quieren votar por el Presidente… esa es la realidad.
La excepción son los soberanistas que claman por una república asociada, liderados por Alejandro García quien expresa: “yo no creo en votar por el Presidente de Estados Unidos” (Prensa Asociada, 2007) y su candidato a Comisionado Residente que dijo: “nunca he visualizado la evolución del ELA a través de la concesión del voto presidencial”.
Ellos no se identifican y no consideran a Estados Unidos como nuestra nación. AGP dice que: “a pesar de que tenemos una relación, buena o mala, hay que entender que Estados Unidos es una nación que es distinta a la nuestra”. Esa misma posición ha sido expresada por miembros activos del PPD. Abiertamente sostienen que “Puerto Rico es una nación” y que “no somos americanos pero vamos a seguir utilizando el Pasaporte de los Estados Unidos”.
Alejandro García, la misma persona que en el 2008 votó a favor de la plataforma ideológica de su partido que sostiene que “el PPD cree en una asociación política, no colonial ni Territorial entre Puerto Rico y Estados Unidos”, ahora ordena a los seguidores de su partido a votar a favor del status actual bajo la cláusula territorial del ELA colonial y le impone la mordaza a los que piensen diferente.
El extremo de la contradicción la representa el candidato popular a Comisionado Residente al sostener “el ELA tiene elementos coloniales que son deficientes para Puerto Rico y necesita una transformación”. Su posición es clara cuando afirma: “Me parece que la relación actual tal y como está configurada tiene modalidades coloniales con las cuales tenemos que acabar”. Y agrega: “el elemento colonial mas definitorio de la relación actual es que el Congreso legisla indiscriminadamente para Puerto Rico, sin que los puertorriqueños tengamos nada que decir”.
Para no quedarse atrás, su candidata a la Alcaldía capitalina sostiene: que “las Cortes Federales y el FBI tienen que desaparecer” (de Puerto Rico), que “otra gran muleta bajo este sistema político-económico es la ciudadanía americana” y que: “Puerto Rico es una colonia a merced de la cláusula territorial”.
No hay margen para dudas sobre cual es la posición de los líderes populares. Uno de sus candidatos al Senado insiste que “la unión permanente es un concepto inventado por los políticos de Puerto Rico”, sin excluir a Don Luis Muñoz Marin.
Para cerrar, pero sin excluir a otros que piensan igual, el presidente de la Asociación de Alcaldes, Josean Santiago, afirmó que Puerto Rico debe renegociar con Estados Unidos los términos de la relación política entre ambos países y enfatizó: “Con el gobierno norteamericano de tú a tú, de nación a nación”. Cerró con broche de oro cuando la periodista le cuestiona si Puerto Rico debe obtener la independencia previo a sentarse a negociar los nuevos términos de una asociación, Santiago dijo: “seguro, la soberanía tiene que ser parte fundamental, esa es la pieza inicial en ese proceso”.
Ante estas verdades, los populares que NO quieren poner en riesgo la verdadera unión permanente, la ciudadanía americana, el derecho a votar por el Presidente, la protección del FBI y las Cortes Federales deben rebelarse y enviarle un mensaje a los lideres de su partido votando que NO en la primera pregunta del plebiscito. A menos que deseen seguir la ruta política de los denominados soberanistas que conduce a su partido a la tumba política.
La soberanía que garantiza la Décima Enmienda de la Constitución de Estados Unidos a los estados y la representación en el Congreso del estado federado son el destino final y honroso para el pueblo de Puerto Rico.