Estadidad: salida permanente de la insolvencia, Jaime Benson, 01/28/14 ELVOCERO
Estadidad: salida permanente de la insolvencia
“Pero el problema de fondo consiste en que la economía de Puerto Rico perdió hace tiempo su capacidad de crecimiento ante la incertidumbre que genera nuestra actual indefinición política y la correspondiente falta de poderes políticos”.
Jaime Benson, Catedrático de Economía, UPR
Los bonos de obligación general del ELA y de muchas de sus corporaciones publicas se encuentran a días de ser degradados a chatarra. La razón inmediata para ello lo ha sido lo errática, atropellada e improvisada de la política fiscal seguida por la presente administración de Alejandro García Padilla, de aumentar los gastos en $700 millones y pretender cuadrar el presupuesto con 54 nuevos impuestos. Con la plétora de dichos nuevos impuestos se ha ahogado a las empresas y consumidores, ahondando la contracción económica que se inició en el 2006.
Pero el problema de fondo consiste en que la economía de Puerto Rico perdió hace tiempo su capacidad de crecimiento ante la incertidumbre que genera nuestra actual indefinición política y la correspondiente falta de poderes políticos. En un excelente ensayo académico publicado en la Revista Jurídica Digital de la Universidad de Puerto Rico, Cory Howard, demuestra fehacientemente que la única salida permanente a la situación de chatarra e insolvencia que confronta la isla, lo es la Estadidad.
Al Puerto Rico ser un territorio no incorporado de los Estados Unidos, sus bonos gubernamentales representan un mayor riesgo para los inversionistas ante la incertidumbre sobre nuestro futuro político que los bonos de cualquiera de los 50 estados de la federación americana.
Este mayor riesgo de los bonos del ELA se ha intentado compensar de dos formas: 1) Una clausula en la Constitución del ELA que prioriza el pago del servicio de la deuda sobre la provisión de cualquier servicio público 2) Una triple exención contributiva (municipal, estatal y federal) sobre los rendimientos de los mismos.
Al Puerto Rico carecer de poderes políticos por no contar con representación congresional proporcional y no poder votar por el Presidente, se encuentra en una posición sumamente débil y desfavorable para negociar una restructuración de su deuda pública con los acreedores o bonistas.
De ser admitido como estado, podríamos elegir 2 senadores y 5 representantes, lo que nos dotaría de un mayor poder de regateo ante nuestros acreedores, poniéndonos en una situación más favorable para negociar una restructuración menos onerosa de nuestra deuda. Ya que es del interés de los congresistas de los restantes 50 estados que no se siente un precedente desfavorable para los estados como entidad jurídico política, de imponerse términos muy onerosos en la restructuración de la deuda de uno de los estados.
Al ser la admisión de un estado un evento excepcional, nuestra admisión a la Unión atraería la atención de la comunidad de negocios de los Estados Unidos y el mundo, propiciando un influjo de inversiones sin precedentes a nuestras costas tanto para la compra de terrenos y propiedades, como para el establecimiento de nuevas empresas en la manufactura, el turismo, la agricultura y la banca. Con el crecimiento acelerado de la inversión privada directa, la producción y el ingreso, se generaría los ingresos propios suficientes para repagar nuestra deuda pública sin incurrir en nueva deuda.