Sin la igualdad, nos hundimos, ENDI, lunes 17 de marzo
Sin la igualdad, nos hundimos
Hernán Padilla
Después de su encuesta, El Nuevo Día publicó un interesante artículo que invita a una reflexión ponderada sobre la crisis política y socioeconómica que aqueja a Puerto Rico. Que la encuesta revelara desasosiego y desesperanza en el pueblo no es sorpresa, tampoco, la inferencia de que existe una “aparente falta de voluntad de la sociedad para salir de los problemas tras el colapso del modelo económico y social”.
El economista Gustavo Vélez considera que “la emigración de los boricuas a los 50 estados alivia la presión social que causan los problemas fiscales”. Señala que casi la mitad de la población depende de ayudas federales, que reciben independientemente de la quiebra del gobierno local.
Algunas de las recomendaciones allí expuestas tienen mérito, pero no pueden adelantarse en un vacío político-ideológico. Entre otras, recobrar la esperanza y reforzar el valor de la dignidad del trabajo; formular un nuevo modelo económico que estimule la producción local y la inversión externa; revisar los programas de beneficencia para que estimulen la productividad; rendir cuentas y asumir responsabilidad por los desaciertos que se cometan; incentivar los empresarios locales y atraer inversión para aumentar la productividad; reestructurar el Gobierno para que sea más eficiente; y establecer una política pública que atienda los desafíos demográficos.
Ante el evidente descontento la del pueblo por el colapso social, político y económico del ELA-territorial, el Gobernador designó un grupo de trabajo para atender solo cuatro problemas específicos: la economía informal, la emigración del talento joven, el envejecimiento de la población y la baja tasa de participación laboral. No obstante, los anteriores son realmente manifestaciones del verdadero reto que enfrentamos.
Tan baja es la expectativa de dicho Comité, que le ha encomendado producir recomendaciones para su próximo Mensaje de Estado. En otras palabras, un comité más entre otros tantos, cuyo solo propósito ayudarlo a redactar su mensaje.
Sobre esta gestión, el columnista B. Torres Gotay comentó, “el resultado del trabajo de ese comité está casi seguramente abocado al fracaso, porque todo el mundo sabe que cualquier plan serio toma más de los tres años”.
Concurro con Torres Gotay en “Que esos cuatro problemas no son el problema en sí, sino síntomas de desafíos más complicados que hasta ahora nadie en posición de hacer algo ha querido afrontar”. Entre otros, señala el estatus colonial que nos impide desarrollar un plan económico coherente.
El titular del Día, “Nos unimos o nos hundimos”, nos obliga a destacar otras verdades que no pueden ignorarse. Ni la encuesta, ni los panelistas, consideraron el estatus del territorio, tal como lo señala Torres Gotay, ni el Gobernador nombró representación proporcional de los electores en el Grupo de Trabajo.
No pueden enajenar al otro Puerto Rico. Tienen que aceptar que García Padilla fue electo por un margen minúsculo. Tampoco pueden ignorar que el 54% revocó el consentimiento al ELA, que el 61% favoreció la estadidad y que 93% atesora su ciudadanía americana. Al pretender soslayar esa realidad política, excluyen al segmento mayoritario de la población.
El experimento político de seis décadas de subdesarrollo colonial fracasó. Por tanto, mientras mantengan a PR bajo el actual modelo político-económico, la Isla seguirá hundiéndose irrevocablemente. Es preciso que cuenten con nosotros en el esfuerzo común para rescatar a Puerto Rico del precipicio fiscal y el colapso social, político y económico. Para comenzar, hay que garantizarle a los puertorriqueños en la Isla los mismos derechos y oportunidades que tienen nuestros conciudadanos en los 50 estados.
Tal como ocurrió con Hawái, la seguridad y estabilidad política de ser estado atraerá inversionistas y desarrollo económico. La Estadidad asegurará igualdad de derechos, progreso y oportunidades económicas.
Unámonos pues, como ciudadanos americanos en camino a la estadidad. “Sin igualdad nos hundimos y sin estadidad no hay igualdad como ciudadanos americanos”.