Proyecto de País o Estado 51, lunes 12 de mayo, 2014, ENDI
Proyecto de País o Estado 51
Hernán Padilla
Indudablemente, el colapso económico y socio-político del ELA es responsable del éxodo masivo de puertorriqueños buscando un mejor futuro. Es igualmente innegable que la administración de la colonia hace todo lo posible por impedir una solución permanente del status con el propósito de encaminarnos hacia una relación distinta con nuestra Nación Americana.
En su desesperación, varias propuestas de la administración Popular para tratar de paliar la crisis no tienen cabida dentro del marco legal y constitucional americano. Noten que el Informe de la efímera Mesa de Acción para la Competitividad y el Crecimiento de Puerto Rico, más que un plan de desarrollo parece un reclamo de soberanía incongruente con el marco constitucional americano.
Sus recomendaciones pretenden que Washington considere a la Isla como una nación independiente para acordar tratados comerciales y otros, incluyendo eximirla de la cláusula del Comercio Interestatal. Sus propuestas contienen políticas públicas que van de la mano con el llamado “nuevo país” formulado por el PPD y contradicen el reclamo de la mayoría en el plebiscito del 2012.
Recordemos que Acevedo Vilá reclamaba la soberanía bajo el lema de “nuevo país”, una especie de república asociada basada en un supuesto “pacto bilateral” que nunca ha existido. Una republica asociada, igual que el llamado ELA culminado, ELA mejorado, o ELA soberano son sinónimos de una nación independiente con ciudadanía separada.
No obstante, el Informe sobre el Estatus de Puerto Rico del Comité de Recursos Naturales del Congreso concluyó que el llamado “ELA culminado” entraña lineamientos inconstitucionales inadmisibles para el Congreso.
Específicamente, la Administración Clinton determinó que la propuesta de un “ELA culminado” con una relación de “consentimiento mutuo” es inaceptable. La soberanía que ese modelo reclama convertiría a Puerto Rico en una nación separada de los Estados Unidos. Por tanto, fuera de la Independencia, el territorio puede solo considerar un estatus compatible con la Constitución, las leyes y la política pública de los Estados Unidos.
A la misma vez que proponen un llamado “Proyecto de país” y un “Fideicomiso para el futuro”, pretenden pedir fondos federales en bloque para disponer de los mismos a su antojo. En otras palabras, predican la “soberanía”, pero mendigan los beneficios y privilegios de la ciudadanía americana.
Los programas federales alcanzan cifras billonarias para salud, educación, seguridad, bienestar social, transportación, infraestructura, economía, industria, agencias gubernamentales y municipios.
Podemos concluir que bajo el llamado “ELA soberano, culminado o mejorado bajo la fórmula de la republica asociada” viviríamos en un país extranjero y los ciudadanos perderían todos los beneficios individuales y colectivos que ahora son parte de su ciudadanía americana, los que por el contrario aumentarán considerablemente bajo la estadidad.
No existirán el PAN, el WIC ni el seguro por desempleo. También se perderían el Head Start y educación para los niños de edad pre-escolar. Se afectarían los fondos que recibe Educación para los servicios educativos y comedores escolares. A nivel universitario, las Becas Pell, ayudas para préstamos y asignaciones para investigaciones; las familias de recursos limitados no tendrían acceso a subsidios de vivienda de la Sección 8 y perderíamos los fondos federales para la construcción, operación, mantenimiento y servicios de vivienda pública.
De vital importancia, además, resulta el hecho de que bajo una república perderíamos la protección a nuestros Derechos Civiles y libertades bajo la Constitución americana y el acceso a los foros federales que nos garantizan el disfrute de las libertades y derechos. La estadidad es la única garantía de lograr igualdad de derechos que corresponden a los ciudadanos americanos.
Es hora que esta administración defina el las fórmulas de status de la independencia disfrazada, incluyendo al ELA soberano o que someta al Secretario de Justicia una papeleta modelo de “Estadidad SI o NO” para conducir el referéndum avalado por el Congreso y Casa Blanca.