Desarrollo económico, fondos federales y contribuciones (Reproducción del Manual de la Estadidad)

Desarrollo económico y fondos federales: Cap XI
“Lucha por la igualdad política y económica”
Los proponentes de la estadidad reconocemos que no podemos depender exclusivamente de la asistencia federal como una solución permanente o exclusiva a los problemas fundamentales de Puerto Rico.

Se ha probado que las limitaciones coloniales de nuestra condición política actual impiden que territorio Puerto Rico disfrute de los mismos derechos y privilegios de los cincuenta estados. La condición de inferioridad política actual es un impedimento para un desarrollo económico sostenible. El territorio de Puerto Rico está muy rezagado, cuando comparamos el desarrollo económico local con los estados aún más pobres de la Nación.

Cuando comparamos el Producto Bruto Interno (GDP) de Puerto Rico con cada uno de los 50 estados y Washington DC (2010), Puerto Rico es el ultimo (numero 52) con un GDP por persona de $23,380 cuando el promedio de Estados Unidos es $47,482. El estado con menor GDP Per cápita es Mississippi con un promedio de $33,000.

Nuevamente, el actual status ha sido un fracaso social, político y económico. La estadidad representa la oportunidad de salir del atolladero de la colonia. Ser estado nos saca de la pobreza y mejorará el estándar y la calidad de vida de todos los puertorriqueños, comenzando por los más necesitados y los que menos recursos tienen.

Aunque importantes para una economía en desarrollo, las transferencias federales no pueden, ni deben ser el pilar principal que sostiene el ideal de la estadidad. Aun así, no cabe duda que mientras el territorio de Puerto Rico no desarrolle su economía sustancialmente, estamos obligados a luchar sin poder político alguno por un trato de igualdad ante el Congreso de los Estados Unidos, quien es el principal responsable por imponernos las restricciones de inferioridad que no permiten un desarrollo apropiado fuera de la dependencia ciudadana, social, política y económica.

Es nuestra responsabilidad reclamar y competir por los fondos federales para beneficio de toda la población, principalmente los desempleados, la gente de escasos recursos y la clase media. Reclamaremos ayuda para la educación, salud y servicios medico-hospitalarios, seguridad pública, servicios sociales, ayudas a niños en desventaja, madres solteras y educación para sus hijos, vivienda, transportación, infraestructura, desarrollo económico, protección el ambiente.

Como estado Puerto Rico recibiría fondos federales adicionales para estos fines. Esta infusión de fondos federales adicionales tendría un efecto multiplicador inmediato de considerable magnitud sobre nuestro crecimiento económico y la creación de empleos, y a demás contribuiría a reducir los altos niveles de pobreza prevalecientes bajo el status colonial actual y a combatir la desigual distribución de la riqueza.

Durante los últimos 11 años, Puerto Rico ha recibido $133.6 billones netos del gobierno de los Estados Unidos, después de deducir pagos al Servicio de Rentas Internas (IRS), incluyendo pagos de Seguro Social y Medicare; y del 1990 al 2009 el gobierno federal aportó $256.1 billones a la economía de Puerto Rico, de los cuales Puerto Rico pago $73.7 billones al IRS, dejando un balance neto a favor de Puerto Rico de $182.4 Billones.

Durante el 2009-10 las aportaciones federales en Puerto Rico ascendieron a $7.7 billones por concepto de Seguro Social, retiro e incapacidad, Medicare, vivienda, Sección 8 y Becas Pell; $4.4 billones por desempleo; $7.5 billones para asignaciones federales (grants); $600 millones para contratos y servicios; y $1.2 billones para empleos federales en la isla, la gran mayoría ocupados por puertorriqueños.

Existe una falacia que en Puerto Rico no se pagan contribuciones federales. Sin embargo, todos los ingresos generados fuera de Puerto Rico pagan contribuciones federales, así como todos los empleados y retirados federales quienes pueden recibir un acredito en sus planillas de contribución federal equivalente al pago de contribuciones locales. Aquellos que reciben beneficios del Seguro Social y reciben otros ingresos sustanciales sin importar la fuente de ingresos, así sea Puerto Rico o en los otros 50 estados podrían estar sujetos a contribución federal dependiendo de la cuantía del ingreso adicional.

En vista de la tergiversación que sectores opositores hacen de los datos sobre los pagos a Seguro Social, Medicare y otros, es apropiado explicar estos pagos. Mientras en el 2010 lo ciudadanos recibieron pagos del Seguro Social por $6,829 millones, Puerto Rico aportó $2,528.4 millones, una diferencia neta favorable para Puerto Rico de $4,300.6 millones (aportación individual de $1,297.4 millones y aportación por los patronos de $1, 231millones).

Medicare reembolsó $2,509.9 millones, mientras que los puertorriqueños aportaron $449.1 millones, una diferencia neta favorable para la Isla de $2,060.8 millones.

Sin las transferencias, pagos directos, ayudas y subsidios federales, Puerto Rico seria un territorio de pobreza extrema. Basta con señalar que el gobierno federal concedió ayudas por $1.4 billones para Educación; $1.4 billones para salud, $800 millones para vivienda, y $2.2 billones para Asistencia Nutricional, (PAN) y Mujeres, Infantes y Niños (WIC).

Es innegable que la estabilidad política atraerá y fomentará más inversiones y que el gobierno federal tendrá mayor presencia en la isla. Como resultado natural, se crearán más empleos federales, más contratos de servicios, y mayor crecimiento del Producto Bruto Estatal y menores impuestos locales.

Nuestra meta “no es ser dependiente de los fondos federales”, por el contrario estamos convencidos de que con la estabilidad, permanencia y seguridad de ser un estado de la unión, se impulsará el desarrollo económico para beneficio de todos los puertorriqueños.

Nuestra meta de convertir el territorio de Puerto Rico en estado de la nación Americana no es para reclamar más fondos federales es para reclamar la participación que nos pertenece como ciudadanos de los Estados Unidos. Es innegable que como “Territorio casi incorporado” (o incorporado de facto) no disfrutamos de todos los beneficios económicos que corresponden a los otros cincuenta estados. Queda claro que dentro de la estadidad tendremos los recursos para mejorar la calidad de vida en Puerto Rico, incluyendo la seguridad pública y la lucha contra el crimen.

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