Estadidad y productividad traerán progreso , END, 12/15/14

Estadidad y productividad traerán progreso

Hernán Padilla
Un estudio ordenado por la Oficina de Gerencia y Presupuesto del ELA dramatiza la desventaja de la Colonia que nos priva de la plenitud de beneficios que comparten los estados.

Paradójicamente, mientras ese costoso estudio persigue impulsar un plan para allegar más fondos federales, a la vez, el Gobernador y su partido conciben la Isla como una nación separada de EEUU, y entre sus líderes hay quienes proponen un estatus que amenaza la ciudadanía americana. Peor aún, Acevedo Vilá, uno de los encomendados por García Padilla para “definir el ELA”, pretende que los contribuyentes de los estados paguen la deuda pública a cambio de eliminar transferencias federales. Esto, ignorando el rol crucial de esos fondos para sectores de escasos recursos, la infraestructura y el gobierno local.

Gracias a las leyes y política pública promulgados por el Congreso y Ejecutivo, que permiten tratar la Isla como Estado para ciertos fines, muchos puertorriqueños han superado la pobreza, estancamiento y colapso del ELA-colonial. Considerando todas las fuentes de ingreso, el total de fondos federales que ingresa anualmente a PR sobrepasa los $23.5Billones.

En transferencias directas, ello desglosa en: $12.9billones; préstamos, $2.4B; contratos federales, $1B; salarios, $851M; y $6.3B en más de 141 programas (grants) de los cuales participan activamente agencias estatales, municipios, universidades, y organizaciones no gubernamentales que sirven al pueblo puertorriqueño.

Los departamentos federales de Salud, Agricultura y Educación solamente, contribuyen a la Isla $6,414millones anuales. Según el informe, entre las agencias que más fondos reciben se destacan el Departamento de la Familia, la Administración de Seguros de Salud, el Departamento de Salud, Vivienda Pública y la UPR.

Sin las transferencias y subsidios federales PR sería un territorio pobre y hambriento. Basta señalar que el gobierno federal asigna $1.4B para Educación; $1.4Bs para Salud, $800M para Vivienda, y $2.2B para Asistencia Nutricional (PAN) y Mujeres, Infantes y Niños (WIC).

La inferioridad en asignaciones federales del territorio versus los estados es abismal. Por ejemplo, en programas de Salud el promedio nacional es $892.34/persona, mientras que Puerto Rico solo recibe $375.37; en Transportación el promedio/persona es de $216.19, mientras en la Isla es solo $63.33; y para Educación PR recibe $144.76, cuando el promedio nacional/persona es $241.13.

En resumen, más de un 23% del presupuesto consolidado del gobierno proviene de fondos federales. Antes de celebrar la noticia, entérese que la aportación federal para gastos operacionales de los estados es de solo $0.89/persona, versus la friolera de $166.80/persona en PR. Esto es, la colonia le cuesta al gobierno americano 188 veces lo que utilizan 48 estados para gastos operacionales, a costa de dineros perdidos entre ineficiencias y corrupción que nunca llegan a “la gente”.

Evidentemente, el desarrollo económico local está muy rezagado, aún en comparación con los estados más pobres. La ineficiencia, corrupción y falta de paridad del régimen colonial actual impiden que Puerto Rico disfrute los mismos derechos y privilegios de los 50 estados, y obstaculiza un desarrollo económico sostenible basado en la productividad, efectividad y uso óptimo de los recursos.

Como ciudadanos americanos orgullosos de que Puerto Rico sea parte de la Nación, es nuestra responsabilidad continuar reclamando enérgicamente la igualdad en acceso a los recursos que traerá la Estadidad para beneficio de todos, principalmente, para los desempleados, los pobres y la oprimida clase media puertorriqueña.

Entre las opciones constitucionalmente reconocidas, solo la estadidad asegura la estabilidad, clima de inversión, y oportunidades de trabajo que solamente han experimentado en tiempos recientes los territorios admitidos a la Unión. Únicamente la combinación del impulso económico privado combinado con la infusión de fondos federales durante la transición y paridad permanente, garantiza un crecimiento económico conducente a reducir la pobreza, dependencia y ocio que han caracterizado la colonia.

Con la apertura de Cuba, ahora más que nunca, tenemos todavía menos tiempo.

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