igualdad–Mensaje ante el Comité de Descolonización de la ONU 06/22015
Igualdad, Futuro Seguro
Mensaje ante el Comité de Descolonización de la ONU
22 de junio de 2015
Señor Presidente, Distinguidos Representantes del Comité Especial de los 24. Mi nombre es Annabel Guillén Casañas, soy la Directora Ejecutiva de Igualdad, me acompaña el Lcdo. Steven Batista, quien representa en Puerto Rico a una organización de jóvenes que apoyan y trabajan por la estadidad para la Isla.
Igualdad es una organización cívica, no partidista presidida por el Dr. José Manuel Saldaña, ex Presidente la Universidad de Puerto Rico, reconocido no sólo por sus aportaciones a la Academia, sino también por ser una de las más importantes voces de opinión pública y análisis en la Isla.
Nuestra organización tiene como único propósito hacer valer la voluntad de nuestro pueblo y lograr la Igualdad plena para los 3.6 millones de ciudadanos americanos en la Isla, de manera que disfruten de los mismos derechos y responsabilidades de los que residen en el resto de los 50 estados de la nación.
Los puertorriqueños somos ciudadanos americanos desde 1917, sin embargo NO todos los derechos de la Constitución de los Estados Unidos se extendieron a Puerto Rico, los ciudadanos que allí residimos no tenemos la Igualdad de derechos, beneficios y oportunidad que los demás ciudadanos americanos.
Como ya conoce este comité el 6 de noviembre de 2012 se celebró en la isla un referéndum de status que contó con una participación electoral de 78% y en el cual el 61% de los electores favorecen la estadidad para Puerto Rico y un 54% se oponen al actual status colonial.
Nuestro pueblo atraviesa por la peor crisis fiscal, económica y social en la historia moderna. Algunos se lo atribuyen a malas administraciones, pero la verdadera raíz del problema es la situación colonial que vivimos en la cual la falta de igualdad y democracia hacen imposible el progreso, la seguridad y la justicia en todas sus dimensiones.
La realidad es que vivimos en una democracia a medias, tenemos procesos estatales similares a los de los estados de la Unión Americana, pero hasta ahí llega nuestra democracia. Puerto Rico no tiene representación a nivel federal, que no sea un Comisionado Residente que tiene voz pero no tiene voto. ¿Qué fortaleza puede tener un Congresista sin voto en un cuerpo que toma todas sus decisiones a base de votaciones?
Si Puerto Rico fuera estado tienen derecho a dos Senadores y cinco representantes, según nuestra población. Además del derecho a votar por el Presidente. Es la falta de ese poder político lo que permite que seamos tratados injustamente. Tratados como ciudadanos de segunda categoría, cosa que expresamente prohíbe la propia constitución americana.
Estamos viendo como nuestra isla se vacía. La migración ha llegado a números similares a los de los 50 cuando sobre150,000 mil puertorriqueños abandonaron la isla en busca de mejores oportunidades.
En aquella ocasión los puertorriqueños se fueron a recoger tomates y a trabajar en factorías. Hoy en día esa migración es distinta y más terrible.
Tenemos fuga de cerebros, se nos van los más educados, los profesionales, la clase trabajadora y los jóvenes. Es decir la sociedad que produce. Entonces qué nos queda? Nuestra isla se está convirtiendo en una sociedad de viejos pobres. Es necesario retener nuestro talento, pero para eso debe mejorar nuestra situación. Tenemos que brindarles las oportunidades que consiguen tan fácilmente en cualquier estado.
Resolver definitivamente el asunto del status es esencial para atender adecuadamente la deprimida economía de nuestra isla. Está más que probado que cada vez que un territorio pasa a ser parte de la Unión, su economía prospera. La seguridad que representa el ser parte los Estados Unidos, promueve la inversión de capital y por ende mejora la calidad de vida de sus ciudadanos. A eso aspiramos. Ese es nuestro derecho.
Reconocemos que este comité aboga por la independencia de los territorios que no han resuelto su status, pero Puerto Rico nunca ha solicitado su independencia, por el contrario lo que sí ha expresado contundentemente es su voluntad de ser parte igual de la nación a la que pertenecemos.
Como cuestión de hecho la fórmula de la independencia nunca ha logrado el respaldo del electorado, por el contrario el Partido Independentista Puertorriqueño sólo obtiene consistentemente un 3% de los votos. Evidenciado en las últimas tres décadas.
Escuchamos al Embajador de Cuba abogar por la independencia de Puerto Rico. Le decimos; Señor Embajador, usted no habla por nuestro pueblo. Nuestro pueblo ha expresado su voluntad con el poder del voto y no le corresponde a usted pedir para nuestra isla lo que ella no quiere.
Su pueblo se embarca en una ruta positiva, finalmente el diálogo con los Estados Unidos comenzó y tenemos la esperanza que esa nueva relación sea buena para los cubanos. Ya han dado un paso grande, ojalá sea el camino hacia la democracia. De la misma manera que su gobierno reconoció la necesidad de un cambio en Cuba, reconozca aquí que los puertorriqueños no queremos la independencia. Queremos la soberanía y el poder que nos brinda ser estado de la Nación Americana.
Señor embajador retire su Resolución del Pleno de este comité y trabajemos juntos en una nueva que represente verdaderamente la voluntad de nuestro pueblo.
Yo soy estadista porque amo inmensamente a mi isla. Me siento orgullosa de nuestras raíces y costumbres, encuentro nuestros campos hermosos y todavía no he visto en ningún lugar del mundo playas como las nuestras. Me gusta ver izada mi bandera, me hace falta el coquí cuando estoy lejos y sí, también me gusta escuchar un buen cuatro. Todos estos sentimientos y el amor por mi tierra es lo que me hacen luchar por su bienestar, por su futuro y por su progreso.
Todos los que estamos aquí hablando por Puerto Rico, compartimos el amor por nuestra tierra, pero amar a Puerto Rico, significa querer lo mejor para nuestra gente. Lo mejor es seguridad, prosperidad, calidad de vida y la recuperación económica que desesperadamente necesitamos.
Una vez más le pedimos a este cuerpo que al igual que aboga por aquellos pueblos oprimidos que necesitan más de una voz para ser escuchados, presente al pleno que reconoce los resultados del plebiscito y acepta que Puerto Rico es una colonia. Más aún le pedimos que abogue por nuestro derecho a convertirnos en el estado 51 de la nación a la que pertenecemos pero de la cual no somos parte.
Venimos hoy a pedirles que le exija tanto al Presidente como al Congreso de los Estados Unidos que asuma su responsabilidad de atender nuestro legitimo reclamo de Igualdad de inmediato. Nos encontramos frente al colapso de la colonia y nuestro pueblo no merece este trato injusto e indigno.