Urge resolver condicion colonial, domingo/lunes 23-24 de septiembre, 2018
domingo, 23 de septiembre de 2018
Urge resolver la condición colonial
En una entrevista en CNN, el gobernador Ricardo Rosselló reclamó más recursos federales para reconstruir a Puerto Rico y rebatió las expresiones del presidente Donald Trump sobre la cantidad de muertos relacionados al huracán y enfatizó que los residentes del territorio son tratados como ciudadanos de segunda clase.
Respaldo las palabras de Rosselló: “Tenemos que resolver el centenario problema del colonialismo en Puerto Rico”, y que Estados Unidos, líder de la democracia, no puede mantener a más de tres millones de ciudadanos americanos sin el derecho a votar por el presidente y elegir representación oficial en el Congreso.
Ante las declaraciones del gobernador y la celebración de una audiencia pública de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la Organización de Estados Americanos (OEA) para considerar los planteamientos del licenciado Gregorio Igartúa y el exgobernador Pedro Rosselló sobre violaciones de derechos humanos y civiles de parte del gobierno de Estados Unidos a los ciudadanos americanos residentes en la Isla, quiero compartir algunos datos históricos sobre la condición colonial.
El representante alterno de Estados Unidos ante la OEA defiende la relación con Puerto Rico alegando que la Isla elige un gobierno local, participa en las primarias presidenciales y elije un comisionado residente sin derecho al voto en el seno del Congreso. Es un hecho que Puerto Rico es la colonia más antigua del planeta, que el Estado Libre Asociado (ELA) ni es libre ni asociado, que el Congreso tiene poderes exclusivos y plenarios sobre el territorio, y que el status territorial-colonial del ELA nunca ha sido, ni será permanente.
Veamos algunos datos históricos. El 28 de julio del 1898, el general Nelson Miles emitió la proclama al pueblo de Puerto Rico: “No hemos venido a hacerle la guerra a un pueblo dominado desde hace siglos. Todo lo contrario, hemos venido para protegerlo, para garantizar sus propiedades, promover la prosperidad y para dotarlo de las inmunidades y bendiciones de las constituciones liberales de nuestro gobierno”. Así inició el experimento colonial. El Congreso tiene total, pleno y exclusivo poder legal sobre los tres millones de puertorriqueños en la isla.
Con el fin de aliviar la crisis económica de la post-guerra en el 1920, el gobierno federal envió alimentos para los más sufridos en la Isla. Los donativos se extendieron hasta el 1942, cuando el plan de asistencia federal ofrecía alimentos a más de 138,000 niños y el Programa de Asistencia Nutricional (PAN) que comenzó en 1968.
Los programas federales han alcanzado cifras multimillonarias para salud, educación, seguridad y bienestar social, y fondos para casos de emergencias como los desastres naturales, pero no borran la condición territorial, colonial y antidemocrática.
La Cláusula Territorial y todas las leyes federales son la Ley Suprema en Puerto Rico (Rodríguez vs. PPD, 1982). El Congreso tiene el poder de gobernar los territorios como Puerto Rico, en asuntos locales y Nacionales.
La Ley 600 autorizó a Puerto Rico a tener nuestra propia constitución para un gobierno puramente local. La relación Territorial continúa bajo el “Puerto Rican Federal Relations Act”. La historia legislativa reitera que la autoridad del Congreso sobre Puerto Rico es absoluta y plenaria. Puerto Rico es un Territorio, no es un estado ni una nación soberana en libre asociación con los Estados Unidos. Somos una colonia sin igualdad. Quien lo dude, que lea la Ley PROMESA y los casos decididos por el Tribunal Supremo Federal. Puerto Rico está sujeto a los poderes plenarios del Congreso y cualquier autoridad local está sujeta a la supremacía federal.
Según Igartúa, somos un territorio más asimilado que otros antes de ser estado, pagamos cerca de $3,000 millones anualmente al IRS. Puerto Rico es un Territorio Incorporado de facto y bajo el estado de derecho doméstico e internacional procede el voto en las elecciones federales.
Uno mi voz a los millones que claman al Congreso que libre a Puerto Rico de esta existencia colonial de más de cinco siglos, 120 años de coloniaje y siete décadas bajo un gobierno local que le niega la igualdad a Puerto Rico. Urge resolver la condición colonial.