El poder del voto puertorriqueño, 27 de octubre, 2014

El poder del voto puertorriqueño, 27 de octubre, 2014
Hernán Padilla

No debe pasarse por alto la importancia de los comicios del próximo 4 de noviembre para elegir los 435 miembros del Congreso y aproximadamente un tercio de los Senadores en los 50 Estados de la Unión.

Puerto Rico no disfruta de la igualdad de derechos constitucionales que tienen nuestros conciudadanos: en representación de Puerto Rico solo disponemos de un delegado sin voto ante el Congreso. Si bien el cargo de Comisionado Residente fue un importante paso para integrarnos a los procesos legislativos nacionales, jamás será satisfactorio cuando sin nuestra plena participación se aprueban las leyes que impactan a Puerto Rico.

El estatus político que ha regido al pueblo de Puerto Rico desde el 1898 es uno de inferioridad ciudadana que priva a los puertorriqueños de la dignidad y los poderes políticos todo Estado de la Nación y el derecho a elegir cinco Congresistas y dos senadores que representen los intereses de Puerto Rico en condición de igualdad.

El discrimen que impera bajo el ELA-colonial le niega a los puertorriqueños uno de los derechos más preciados de la democracia: votar y elegir al gobierno que aprueba las leyes y los presupuestos, establece los reglamentos, y determina la política pública que afecta la vida de los ciudadanos.
Cansados de la condición de inferioridad que no nos permite ser considerados “iguales”, el pueblo de Puerto Rico revocó el consentimiento de los gobernados y se expresó claramente en favor de la estadidad, y como consecuencia de ese reclamo, se ha intensificado la lucha por la igualdad en toda la Isla y la Nación.

El ímpetu con que se discuten las diversas estrategias para acelerar el proceso para resolver el estatus de Puerto Rico demuestra que el pueblo está preparado para asumir los mismos deberes y derechos que posee un Estado de la Unión.

Entre dichas estrategias es imperiosa una mayor participación en la política nacional. Las elecciones de noviembre determinarán la composición del Congreso y Senado federal y con ello el rumbo de la política nacional.

La contienda eleccionaria nacional se centra en los partidos Demócrata, Republicano y candidatos independientes. Aunque no disfrutamos el derecho al voto, en la Isla existen organizaciones adscritas a los partidos nacionales, además de entidades no parodistas como Igualdad y otras, que garantizan tanto una lucha bipartidista como no partidista por la Estadidad. Igualmente importante, hoy día, más de 4 millones de ciudadanos de extracción puertorriqueñas que residen en los estados tienen el poder del voto.

Una encuesta reciente entre los boricuas votantes del centro de Florida arrojó que los encuestados ven con buenos ojos a los candidatos que se expresan a favor de que el Congreso resuelva el Estatus, respaldan un referéndum auto-ejecutable si votan a favor de la estadidad y que Puerto Rico se convierta en un estado con dos Senadores y cinco Congresistas.

El 81% de los encuestados expresan que sentirían orgullo si Puerto Rico se convierte en estado, el 76% consideran importante que el Congreso y el Presidente tomen acción para “resolver” el estatus de Puerto Rico, y 64% favorece la estadidad sobre una republica independiente o independiente y asociada.

Los resultados de esta encuesta constituyen otro argumento poderoso para defender la estadidad a nivel nacional. Aunque no tenemos derecho al voto el 4 de noviembre, si tenemos la determinación de motivar a los candidatos a que apoyen la Estadidad para Puerto Rico.

Es pues, imperioso que los residentes de la Isla urjan a los puertorriqueños que viven y ejercen su derecho al voto en los estados, a apoyar aquellos candidatos que se comprometan con defender el derecho a la igualdad plena y sin limitaciones para los puertorriqueños.

Yo voto en Florida y respaldaré a aquellos candidatos que se identifiquen abiertamente con nuestro legítimo derecho a la igualdad

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