PELIGROSO DETERIORO EN EDUCACION, a publicarse lunes 19 de enerp, 2015
PELIGROSO DETERIORO EN EDUCACION
HernanPadilla
La revelación de que 114,097 puertorriqueños han abandonado la Isla entre enero y septiembre del 2014—que Implica una proyección demográfica de apenas 3 millones para el año 2020—tiene que ser motivo de alarma para todos los sectores.
La fuga poblacional, particularmente del sector de edad productiva, es otra evidencia del fracaso del experimento político-económico del ELA-colonial. Entre los motivos que impulsan el éxodo masivo hacia los cincuenta estados predomina la aspiración de garantizar la mejor educación para sus hijos.
El 2014 selló el declive de las finanzas del gobierno cuando las agencias crediticias clasificaron los bonos del Gobierno Central y las principales corporaciones públicas como “chatarra” o de alto riesgo para los inversionistas. Esta caída a nivel especulativo más las erradas políticas públicas de la administración colonial se han convertido en una muralla, que junto a la merma poblacional, garantiza la continuación de la “depresión económica criolla” ya próxima a cumplir una década.
Puerto Rico no puede continuar ignorando la fuga masiva de ciudadanos competentes con potencial para generar actividad económica, El gobierno colonial parece estar empecinado en culminar la devaluación de su capital humano, empujando a nivel de “chatarra” el sistema público pre-universitario y universitario, condenando así a Puerto Rico a la bancarrota financiera y educativa, no solo de la presente sino de las próximas generaciones.
El estudio titulado “The Ascent and Decline of the Research and Graduate Studies University” in Puerto Rico1985-2014” documenta que la UPR marcó su pico de productividad y desarrollo en 2012, resultado del esfuerzo concertado de dedicados profesores—cuya contribución la presente administración parece ignorar– lograron que el recinto de Rio Piedras alcanzara la clasificación Carnegie de “Universidad Intensiva de Investigación”.
Está igualmente documentado que dicha productividad comenzó a declinar después del 2012. Esto, aunque traten de crear la ilusión de que trabajan para adecuar la productividad a las corrientes de globalización, y una política pública que, a los fines de aumentar el número de “estudiantes admitidos” sin ningún criterio de calidad, llevará la institución a un sistema de “admisión abierta” de facto.
Ante la emigración de más de 576,000 puertorriqueños en la última década y la consecuente contracción de matrícula en el sistema público– de 640,000 en los 90 a menos de 400,000 hoy–tal parece que lo mejor que se le ocurre a la UPR es menoscabar los requisitos a fin de aumentar el número de estudiantes. Prefieren esta salida fácil versus encaminar esfuerzos, difíciles pero urgentes, que garanticen que los que ingresen tengan las competencias necesarias para ser exitosos.
Como consecuencia de esta política pública populista, divorciada de lograr el aprendizaje y la competitividad, avoca a la UPR a convertirse en otro “colegio más de cuatro años”; haciéndola irrelevante como socio intelectual en la “economía del conocimiento” como herramienta para que Puerto Rico progrese.
Mientras, el Secretario de Educación informa que el Departamento no cuenta con suficientes maestros, a pesar de tener ahora una matrícula de 400,000.
Peor aún, pretenden resolver el problema rebajando los requisitos para los nuevos maestros a solo 15 créditos en la materia de enseñanza, y a un índice de 2.70, que apenas equivale a una clasificación de C. Pretenden también que nuestros estudiantes cumplan con las expectativas del gobierno federal y que estén preparados para estudios universitarios, y propiciar una nueva generación de puertorriqueños competitivos en la “sociedad del conocimiento”
Mientras tanto, miles de maestros cualificados continúan uniéndose al éxodo en busca de mejores condiciones de trabajo, ingresos, y calidad de vida. Ante el deterioro del sistema de educación pre-universitaria y el futuro incierto de la universidad del estado, familias enteras continúan mudándose a los 50 estados en busca de la igualdad de derechos, oportunidades y progreso que les niega el estatus colonial del mal llamado Estado Libre Asociado.