Puerto Rico: Status colonial transitorio y obsoleto; El Sentinel del Sur de Florida, 24 de julio, 2010

Día de la Constitución de Puerto Rico

Hernán Padilla

Recordemos que el 25 de julio se celebra el día de la Constitución de Puerto Rico. Equivocadamente, algunas personas que no conocen la historia de la Isla creen que fue cuando se le dio paso a un nuevo status político, a un Estado Libre Asociado.

Nada más lejos de la verdad, Puerto Rico no es Estado, como los otros 50; no es libre como una república; y no está asociado como si hubiera existido un pacto entre “iguales”. La realidad es otra, el “Commonwealth” no implica un status diferente. El ELA es una figura legal que crea un “estado de desigualdad” política para los ciudadanos americanos que residen en la Isla. El ELA siempre ha sido un estatus colonial transitorio.

El estatus de “Territorio No Incorporado” de Puerto Rico fue aparentemente beneficioso para la Isla, pero el 45% de la población todavía esta por debajo del nivel de pobreza de acuerdo a los criterios federales. Aunque al principio, la Isla atrajo industrias, el ELA ha sido un fracaso como dínamo para impulsar la economía. Cuando el Congreso decidió terminar los incentivos contributivos a las farmacéuticas que se establecían en Puerto Rico, se hizo evidente la fragilidad del estatus del ELA.

El modelo económico colonial no es sostenible. Sin la “válvula de escape” hacia los Estados Unidos la economía se hubiera colapsado hace tiempo. Cuatro millones de ciudadanos con raíces puertorriqueñas residen en los Estados Unidos, más que los que residen en Puerto Rico. Estudiantes, profesionales, retirados y familias completas en todos los niveles económicos se siguen sumando a la nueva generación de emigrantes para vivir en un Estado Federado. El drenaje cerebral es imparable.

Bajo el modelo vetusto y fracasado del ELA, las ayudas federales sostienen la economía de Puerto Rico. La gente y la empresa privada no han podido levantarse al nivel nacional a pesar de la ayuda federal masiva y continua. Las administraciones anteriores bajo gobiernos que defienden el ELA dejaron un déficit operacional de más de $3,300 millones. La deuda pública de $55 billones es un reflejo del descalabro de la economía de la Isla durante los últimos ocho años.

Buscar la solución del status no es incompatible con trabajar inteligentemente para sacar a Puerto Rico de la bancarrota moral, económica y fiscal que predomina en Puerto Rico desde el 1952. Mientras se prepara el camino a la estadidad, Puerto Rico tiene que administrar bien los pocos recursos de la colonia, defender a los pobres y la clase media, mejorar la educación, levantar la economía y generar empleos.

El modelo económico de la Estadidad federada es la solución a los 112 años de vida colonial. Los 3.9 millones de conciudadanos americanos en Puerto Rico, con una ciudadanía de segunda clase, reclaman los beneficios de igualdad política, los mismos derechos civiles y el mismo bienestar económico del resto de la nación.

Cuando los puertorriqueños, mediante una consulta democrática, soliciten la admisión de Puerto Rico como el Estado 51, el Congreso cometería el más grande descarrío político y de la  justicia si le niegan a 4 millones de leales y orgullosos ciudadanos la plenitud de sus derechos civiles de ciudadanía americana bajo la Estadidad Federada.

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