Un nuevo futuro para la Autoridad de Energía Eléctrica, El Nuevo Dia, lunes 5 de septiembre, 2011

Un nuevo futuro para la AEE

Hernán Padilla

Ante la experiencia de los ciudadanos que pagan unas tarifas exorbitantes por el consumo de energía eléctrica y que se ven afectados por apagones periódicos y emergencias como las de la Tormenta Irene, no debe sorprender que Jenniffer González, Presidenta de la Cámara,  traiga a la discusión publica el tema de los subsidios y la fórmula del ajuste por combustible

La Legislatura debe ampliar la investigación. Tiene la obligación de identificar de dónde saldrán los fondos para sostener las operaciones de la AEE y la inversión para rescatar y modernizar la infraestructura. El Fondo General no tiene recursos para cubrir las necesidades fundamentales del gobierno.

El pueblo puertorriqueño todavía continúa batallando contra los efectos demoledores por el paso de la Tormenta Irene: inundaciones, deslizamientos, destrucción de carreteras, daño a la agricultura, cierre de escuelas, y la interrupción de servicios vitales de agua, energía eléctrica, transportación y comunicaciones. Debemos examinar la condición actual de la infraestructura que sostiene los servicios vitales y la economía en general de Puerto Rico. En particular, los sistemas de generación y transporte de electricidad requieren cambios substanciales.

Ahora es el momento para que se prepare y se discuta públicamente un Plan de 10 años para modernizar, mantener y proteger las plantas y las líneas de energía eléctricas, pero tenemos que reconocer que la AEE no tiene los recursos ni capacidad crediticia para invertir en mejoras capitales.

La deuda en bonos de la Autoridad de Energía Eléctrica (AEE) era cerca de $8,000 millones en el 2010 y requiere $461 millones anuales para pagar el principal e intereses de los bonos y otros préstamos. Incumplir con el acuerdo implica aumentar la tarifa básica y repagar la deuda total  inmediatamente.

Aunque la AEE está prácticamente insolvente, suple servicio gratuito y/o a un precio reducido a algunos de sus usuarios y no puede recuperar esos costos. Históricamente, los municipios no pagan por el consumo de energía, por lo que no tienen incentivo para ahorrar energía. La AEE tiene que pagar a los municipios un subsidio en lugar de impuestos y otros subsidios ordenados por la Legislatura, que ascienden a $277 millones en el 2011.

Al ciudadano común le aplican un 11% adicional al ajuste por combustible para cubrir el subsidio a los municipios y otros subsidios que son criaturas de la Legislatura. Por ley, la AEE tiene que recobrar sus gastos, cargando los costos a los otros usuarios.

Los planteamientos de la Representante Jeniffer González brindan la oportunidad para examinar las operaciones de la Autoridad. Se necesita un nuevo modelo corporativo y operacional para generar energía eléctrica, comprar energía a plantas privadas con un costo de producción menos costoso y un sistema moderno para transportar energía eléctrica eficiente y consistentemente a los usuarios residenciales y comerciales.

En esta discusión “todas las posibles soluciones tienen que estar sobre la mesa” para reducir las tarifas de energía eléctrica. Como primer paso, es necesario crear una Junta Fiscalizadora con “dientes” y fuerza de ley  y que opere con gran transparencia para reglamentar las tarifas de los abonados residenciales y comerciales. Tampoco podemos ignorar que la AEE tiene que cumplir el mandato Federal de producir el 10% de su capacidad de generación en modalidades de energía renovable para el 2015.

La AEE actual no cumple con las necesidades del pueblo y es un obstáculo al desarrollo económico. Urge reformar la Junta de la AEE, cómo le rinde cuentas al pueblo y cómo enfrenta otros compromisos de la agencia. Llegó la hora de considerar un modelo público diferente y/o empresas de reconocida competencia técnica y solidez financiera que garanticen un suministro energético a un costo razonable y que satisfaga las necesidades ambientales y socio-económicas de Puerto Rico.

 

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