Estadidad rescatará a Puerto Rico, 11 de noviembre 2013, ENDI

Estadidad rescatará a Puerto Rico

Hernán Padilla

Periódicamente, políticos, economistas, y organizaciones proponen nuevas estrategias para atacar los serios y problemas crónicos que afectan a nuestra sociedad y nuestra economía.

Puerto Rico ha estado bajo la bandera americana desde el 1898 pero los puertorriqueños-ciudadanos americanos que residen en Puerto Rico no disfrutan de los mismos derechos, oportunidades, progreso y desarrollo económico que nuestros conciudadanos en los 50 estados.

Desde el 1948, distinto partidos políticos han dirigido el gobierno de Puerto Rico bajo el mismo status político. Luego de 6 décadas del status actual, el modelo económico del ELA-territorial es responsable de la mayoría de los problemas que afectan la confianza, seguridad y calidad de vida en todos los niveles de la sociedad puertorriqueña.

A pesar del fracaso del status territorial, existen conciudadanos que critican a los que persistimos, como prioridad absoluta, en resolver el problema del estatus.
No quieren reconocer que el modelo político-económico de Puerto Rico ha demostrado que está exhausto desde hace varias décadas.

La historia ha probado que ambos modelos, el político y el económico, están integrados uno con el otro lo que imposibilita cambiar uno sin cambiar el otro. Reconociendo el hecho de que para que Puerto Rico sobreviva como sociedad es imperativo cambiar su modelo económico constituye también una de las razones fundamentales que nos obliga a cambiar con urgencia el modelo político.

La gran incertidumbre que causa nuestra indefinición de status, agravada por la falta de credibilidad de los actuales administradores de la colonia, desalienta y paraliza la inversión privada interna y externa y es la causa fundamental de la actual depresión económica.
No podemos ignorar que la debilidad del status territorial y el colapso social, político y económico del ELA-colonial motivan la migración masiva hacia los 50 estados de puertorriqueños provenientes de los sectores más productivos. Ha llegado el momento de considerar seriamente que si no se resuelve el problema del status de Puerto Rico será imposible evitar o revertir un colapso total, tanto en lo social, como en lo político y económico.

Ante el evidente fracaso generado por 4 siglos de coloniaje como posesión del gobierno Español y desde 1898 la ausencia de igualdad de derechos constitucionales, oportunidades de progreso y desarrollo económico sostenible, surge la urgente necesidad de rescatar a Puerto Rico de nuestra condición de segregación política que le niega a 3.670,000 ciudadanos Americanos residentes en Puerto Rico los derechos de igualdad que disfrutan nuestros conciudadanos en los 50 estados.

Nuestra lucha en pos de la estadidad no solo es un reclamo de nuestros derechos ciudadanos, civiles y políticos, sino también la oportunidad que nos brindará cambiar hacia el mismo modelo económico que ha probado ser en los 50 estados de la unión el más exitoso en la historia de la humanidad.

La estadidad es la solución inmediata y permanente a nuestra actual crisis económica, y fiscal. La estadidad atraería inversiones, fomentaría el regreso de puertorriqueños que actualmente viven en los 50 estados y evitaría la emigración masiva de la población.

Estoy convencido que con dicho crecimiento económico acelerado se reducirán drásticamente el desempleo y la pobreza al igual que nuestra dependencia en el Tesoro federal.

Durante la transición para ser admitidos como estado, endosaremos y promoveremos planes comprensivos para un desarrollo económico sostenible, las políticas públicas de un buen gobierno, y los programas y obras que redunden en el bienestar del pueblo de Puerto Rico.

Ante la realidad innegable de que el pueblo de Puerto Rico revocó el consentimiento al status político-económico actual y por el bienestar del pueblo de Puerto Rico, debemos concentrar todos nuestros empeños y esfuerzos para lograr que Puerto Rico sea admitido como estado a la mayor brevedad posible y así evitar el colapso catastrófico que resultaría si continuamos dentro del presente régimen colonial.

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