Que venga el plebiscito. 24 de abril, 2017

Que venga el plebiscito. 24 de abril, 2017
Hernán Padilla

Llegó el momento de la suprema decisión para resolver el estatus. No cabe duda de que el mito del ELA es la causa principal de los problemas que afectan a PR. La crisis fiscal y la fuga poblacional tienen su base en un modelo político colonial que le niega a PR la misma igualdad garantizada en los Estados.

La incertidumbre sobre su participación en el plebiscito domina al PPD porque no pueden ocultar su preferencia por la independencia y la libre asociación, que algunos denominan “ELA soberano”. El ala soberanista-separatista del PPD, aboga por una “asociación política no colonial ni territorial entre PR y EEUU” bajo un “pacto de libre asociación”, una forma de independencia que no es compatible con la Constitución americana.

El Grupo de Trabajo de Casa Blanca confirmó que el “ELA mejorado/culminado” no tiene cabida bajo la Constitución, que la “libre asociación es una modalidad de independencia”; que un pacto basado en la soberanía nacional de cada país puede ser revocado unilateralmente, que la ciudadanía americana no se garantiza permanentemente y no se confiere a las generaciones sucesivas.

Como estado, PR tendrá una oportunidad determinante para preservar y disfrutar su ciudadanía y la de las futuras generaciones, reclamar la protección plena de garantías constitucionales, derechos civiles, progreso, prosperidad y las oportunidades de desarrollo personal y colectivo en la Isla.

El PPD incumplió con los requisitos del Congreso de celebrar un plebiscito y “resolver” la indefinición del estatus. Ahora piden consenso, pero siguen oponiéndose a la consulta. Engañan a sus seguidores, refiriéndose al ELA actual o a un ELA mejorado, cuando su meta es una “asociación política” entre EEUU y PR”.

Ante esa posición, la administración Rosselló aprobó un proyecto para “realizar un plebiscito y utilizar la Ley Pública 113-76 que asigna fondos federales para resolver el estatus validado por PROMESA. El Secretario de Justicia federal requirió enmendarlo para incluir el territorio como formula, aclarando que el ELA mejorado es inconstitucional, que nuestra ciudadanía es estatutaria y que la libre asociación es la independencia, por lo que no debe confundirse con el ELA mejorado.

El Gobernador Rosselló y la Legislatura enmendaron la Ley del plebiscito para incluir las tres alternativas: Estadidad, Libe Asociación/Independencia y la “condición territorial” vigente.
La Estadidad es la única opción para lograr todos los derechos constitucionales, incluyendo representación congresional y voto presidencial, aplicación de todas las leyes aprobadas por el Congreso en condición de igualdad y eliminar el discrimen que sufren los ciudadanos en PR.

La independencia NO es una opción para PR. La “Libre Asociación” es la independencia completa y absoluta, una asociación política libre y voluntaria acordada entre dos naciones soberanas.

El Estatus Territorial Actual mantendrá a PR bajo los poderes plenarios del Congreso, sujeto a la cláusula territorial. Una condición sin soberanía ni poder alguno, la misma que nos llevó a la pobreza y nos tiene marginados, discriminados y sin podres políticos.

Aunque las cortes federales nos han extendido algunas garantías constitucionales y el Congreso incluye a la Isla en programas federales bajo asignaciones especiales para los territorios, las limitaciones de nuestra condición colonial impiden que se nos apliquen iguales derechos, privilegios y garantías como nos corresponden.

El PPD pretende hacernos creer que la relación territorial-colonial vigente tiene los poderes y recursos para superar la crisis que se ha precipitado bajo este fracasado modelo. La realidad es que, por no ser un estado, no disfrutamos de los programas federales; en condición de igualdad, que benefician a los 50 estados.

No se puede permitir que PR carezca de los instrumentos necesarios para superar la crisis. Es imperativo resolver el estatus político para adquirir las prerrogativas que nos brindaría la Estadidad para enfrentar los problemas fiscales y operacionales que menoscaban los servicios a nuestro pueblo. ¡Que venga el plebiscito!

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