LAS CONDICIONES PARA LEVANTARNOS, LUNES 23 DE ABRIL, 2018
Las condiciones para levantarnos
Reitero mi reclamo: “urge mayor comunicación y negociación formal e informal entre el Gobierno, la Junta y el Congreso. En entrevista para El Nuevo Día, la Comisionada Residente dijo que “ésta pelea del gobernador, la Junta Fiscal, y la capital federal lo que puede hacer es alejar la obtención de fondos, las relaciones federales, el que siga fluyendo el dinero a Puerto Rica y cómo se desembolsa”.
La Junta de Supervisión Fiscal (JSF) insiste en recortes adicionales, el gobierno se opone a las recomendaciones y la Legislatura no aprobará las reducciones. La JSF implica que la jueza Taylor Swain tendrá que resolver el impasse.
El gobernador Ricardo Rosselló dijo que el proyecto de presupuesto para el 2018-19 no se había radicado porque la JSF no había certificado los planes fiscales del Gobierno, las autoridades de Acueductos y Alcantarillados (AAA), Energía Eléctrica (AEE), Carreteras y Transportación (ACT), así como de la Universidad de Puerto Rico (UPR) y la Corporación de Supervisión y Seguros de Cooperativas (COSSEC) con las asignaciones y datos necesarios.
El gobierno central necesita la colaboración de la JSF, el gobierno federal, el Congreso y hasta de la Jueza Taylor Swain para disponer de fondos especiales. La polémica terminará en el Tribunal Federal. Aún está pendiente la trasferencia de fondos del Tesoro Federal para el préstamo aprobado por el Congreso por unos $4.85 billones para mantener los servicios esenciales. Para tener acceso a ese préstamo, el Secretario del Tesoro requiere que el Fondo General tenga menos de $1.1 billones en caja, y que el préstamo esté garantizado por los ingresos de la Corporación del Fondo de Interés Apremiante (COFINA).
Rosselló radicó el proyecto para un nuevo modelo contributivo para incentivar el trabajo y promover desarrollo económico. Su propuesta es abarcadora y cubre los beneficios y las estrategias para lograr los ahorros e ingresos necesarios. La medida requiere discusión, vistas públicas, insumo de economistas y recomendaciones de la Junta para que sea cónsona con la planificación económica. Es una pieza con gran potencial para levantar a Puerto Rico del precipicio fiscal y el marasmo económico.
La reforma busca bajar el IVU y las tasas contributivas a los individuos y corporaciones, así como conceder un crédito por trabajo entre otras medidas que tendrán un impacto beneficioso en su primer año. Se reducen las contribuciones unos $451 millones; y alrededor de $849 millones anuales, comenzando en 2023.
Las medidas beneficiarán a los contribuyentes individuales, los negocios y pequeñas empresas. Para lograrlo, se necesitan nuevos ingresos y ahorros para sustituir las reducciones contributivas. Rosselló propone ahorros en incentivos de industrias que no producen, frenar la evasión contributiva y la validación de gastos reclamados como deducciones.
Mientras, las pensiones de los retirados continúan como tema de contención entre la JFS y el gobierno. El Gobernador reafirma la política pública de pagarle el 100% de la pensión a los retirados. La reforma aumentará la exención anual sobre ingresos de los pensionados de $15,000 actualmente a $25,000, pero la JSF pide más recortes. Aun así, no se han presentado estudios actuariales y auditorías certificadas.
Queda sin discutir un plan poblacional integral para detener la pérdida de miles de ciudadanos que se van a los estados en busca de una mejor calidad de vida. Por suerte, la infusión de fondos federales provee grandes oportunidades para rescatar la economía. Ya se ha reportado un alza en el ingreso personal y un 20% en la venta de autos.
Las reformas contributiva y educativa, así como un nuevo código de incentivos pueden ser clave para impulsar el desarrollo económico esencial para salir de la crisis fiscal. Pero, una situación complicada que todavía no se ha resuelto es la restructuración de la deuda pública, los acuerdos con los acreedores y cuánto del presupuesto se va a destinar para pagar la deuda.
El proceso requiere buena fe, confianza, credibilidad y compromiso de todas las partes. Mientras no se recupere la credibilidad y se abra el acceso al capital no podremos volver a ser la vitrina de Estados Unidos en el Caribe. Falta mucho por hacer, pero hay motivos para sentir confianza en un mejor futuro, siempre y cuando se resuelva el fracaso de la AEE.
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